El Granollers aprovecha el apagón final del Puente Genil

En el Puente Genil si fuesen gallegos hablarían de meigas y estarían buscando ajos para colocar en las porterías de su pista, porque hoy ha sufrido su quinto revés consecutivo en casa ante un Granollers que estaba contra las cuardas, sin ideas, entregado, y que ha terminado por ganar 26-30 (15-16) para ampliar su marca de partidos a domicilio ganado, cinco consecutivos.

Lo inexplicable llega en la recta final, porque hasta entonces los dos equipos habían ofrecido un partido clásico, de rachas, de problemas el tiro, de idas y venidas, de la lesión de Guardia, portero titular vallesano en este encuentro.

En esa marcha sin sobresaltos más allá de la emoción del resultado, Cuenca prácticamente daba alas al Puente Genil desde el extremo, exclusión de un defensor visitante, y 26-24. El Puente Genil en superioridad para sacar rentabilidad a la situación y el Granollers exigido. Es decir, los de casa tenían la ocasión de intercambiar balones y plantarse en una situación de llevarse la victoria.

Lo que pasó entonces es que desapareció el Puente Genil. Se encontró con una situación tan ventajosa que descarriló: primero porque el 5-1 dejó de funcionar ante Gurri, Antonio García y Chema Márquez en la primera línea; segundo porqure respiró en ataque al ver que sólo había cinco jugadores enfrente y le faltó tensión: tercero, porque al notar que se le esfumaba el choque le entró las prisas y sus jugadores tomaron todas las decisiones equivocadas. Es decir, el Puente Genil se había ido al vestuario antes de que sonase la chicharra final.