Del boxeo a 'La Casa de Papel'

El primer combate que disputó en su vida Jennifer Miranda fue en un Campeonato de España amateur. Lo ganó, igual que el torneo, y la Federación la reclutó para la Selección de boxeo. Tenía 23 años. Ahora, con 35 la historia se vuelve a repetir para la gaditana. Juan Renedo, representante de actores, la llamó para ofrecerle presentar su candidatura para ser actriz en La Casa de Papel. "Me dijo: 'Si confías en mí y quieres que te lleve podemos intentarlo. Es difícil, pero creo que ese personaje eres tú'. Tal y como me lo contó y sabiendo la serie que es pensé que merecía la pena intentarlo", recuerda la boxeadora a AS.

Miranda demostró valentía, como en el ring y precisamente esa experiencia le sirvió. "Fue un salto al vacío. Yo siempre intento convencerme de que puedo con todo y saldrá bien, aunque luego sea diferente. Pensaba que estaba acostumbrada a las cámaras y directos por las entrevistas que he ido haciendo en mi carrera. Creía, ingenua, que sería lo mismo. No. Es muy difícil. Lo noté el primer día y cuando salí de allí contacté con amigos actores, busqué un curso de interpretación mientras estaba grabando, hablé con gente de la profesión... quería saberlo todo. En ese momento me di cuenta que ya me había pasado en el boxeo y no dudé en responder de la misma manera. Tengo que dar gracias a todo el equipo de la serie. Para mí ha sido un regalo esta oportunidad", reconoce.

Es curioso cómo sus dos carreras comenzaron igual. En la del boxeo logró ser la española más laureada en el campo amateur (ganó nueve nacionales) y en el profesional es doble campeona de España del pluma y tiene altas aspiraciones. El 12 de diciembre vuelve al ring en el Magariños madrileño por el título intercontinental AMB del pluma frente a la argentina Jorgelina Guanini. Un paso previo a asaltar el Mundial.

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Ante la cámara, ha debutado en una de las series de más éxito y que el próximo día 3 estrena sus últimos cinco capítulos, y ahora quiere seguir mejorando en esta faceta. "He conocido algo que me gusta y no pienso en el futuro. Voy paso a paso. Quiero formarme. Voy a comenzar un curso de interpretación y otro de escenas de acción, que me encanta. Creo que este papel me ha ayudado en mi vida y en el boxeo. Tiene muchas similitudes. Ese miedo al ridículo que tienes que quitarte me ha servido para tener mayor confianza y seguridad en el ring. Ese punto de no tener miedo que demuestra Arteche (militar de las fuerzas especiales que encarna) lo logré extrapolar", desvela.

Actuar, precisamente, fue lo que tuvo que hacer en su último combate. En julio volvía tras la pandemia y dos días antes de la pelea sufrió una lesión en la espalda que le impedía lanzar su derecha. "Fue un cúmulo de circunstancias por las que no entraba en mi mente no pelear. Hablé con mi entrenador, Javi Pardo, y le dije que hiciésemos una estrategia para boxear solo con la izquierda. Lo vi muy claro. Tenía una velocidad y rapidez como nunca. Al acabar mi equipo me lo dijo, 'tenías una mirada diferente'. Más fuerte que nunca", revela. Ahora, ya recuperada de su lesión, piensa en grandes combates, como el que afronta: "Me queda poco tiempo en el boxeo. Voy a por todas y a llegar a mi máximo".