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BALONMANO | LIGA EUROPEA

Logroño celebra un empate como si fuese una gran victoria

El equipo riojano levantó el partido ante el Magdeburgo, que cede su primer punto de la temporada en todas las competiciones.

Actualizado a
Logroño celebra un empate
como si fuese una gran victoria

El Logroño ha logrado este martes una de las principales sorpresas del balonmano europeo en lo que va de temporada al "arrancar" el primer punto al todopoderoso Magdeburgo, con un empate a 29, en un choque que los riojanos han merecido ganar por su empuje del segundo tiempo. El Logroño ha cometido algunos errores en lo que va de temporada, pero también ya ha dado muestras de que puede competir a un nivel alto.

Hoy ha sido una de esas ocasiones, gracias, sobre todo, a que no ha tenido ningún complejo y cuando podía haberse hundido ha sabido reaccionar poner contra las cuerdas al vigente Campeón del Mundo de Clubes.

Además, tácticamente, ha sabido hacer el partido que le convenía; ha sobrevivido al ritmo "indolente" que ha tratado de imponer el equipo alemán y en la recta final ha acelerado lo suficiente para meter miedo al Magdeburgo, que, en gran medida no ha perdido por el nivel de su portero, el danés Green, que ha detenido el último lanzamiento de los riojanos.

El Magdeburgo, que por resultados es ahora el equipo más en forma del mundo (lideraba la competición, está invicto en la Bundesliga y superó al Barcelona en el Mundial) llegaba a Logroño para superar un trámite y, quizás, esa mentalidad le pasó factura al final.


Por el contrario, el Logroño aprovechó el jugar sin presión y mantuvo un buen nivel, primero para no caer por mucha diferencia y luego para tener opciones de ganar hasta el final. Ya desde el primer tiempo quedó clara la diferencia entre un equipo, el alemán, que jugaba tranquilo y "mascaba" cada jugada, y otro, el español, que iba al límite y quería correr para competir.


El portero internacional danés Green fue el primero en "empujar" el nivel de calidad del conjunto alemán, que se apoyó en él para seguir tranquilo hasta el descanso, al que llegó con tres goles de diferencia (13-16). El choque no cambió demasiado en los primeros minutos del segundo tiempo pero pronto el Logroño mostró que tenía una velocidad más mientras que los alemanes seguían sin querer, o poder, correr.

El Logroño dio el primer aviso a los seis minutos del segundo periodo (16-17) y ya no se fue nunca del partido. De hecho, con 23-23 en el luminoso, a menos de nueve minutos, la fe de los riojanos alcanzó el máximo, con toda la grada gritando "sí se puede". Justo en ese momento el goleador brasileño Leonardo Dutra "despertó" y guió el "arreón" final del Logroño, con el 25-24 a poco más de cinco minutos para acabar.

A partir de entonces el Magdeburgo ya no volvió a colocarse por delante y se limitó a equilibrar cada gol de un Logroño espoleado por Rivero, Casado y el propio Dutra. Pero la calidad del equipo alemán quedó patente en todas las acciones de la recta final, en la que tampoco falló en ataque, como si esperara el error de los locales para llevarse la victoria. Pero eso no ocurrió y tras la última igualada, a 29, dejó el balón a los riojanos con 48 segundos por delante, en los que la defensa del Magdeburgo logró sujetar a Dutra y su portero, brillante toda la noche, detuvo el último lanzamiento de Casado, que solo falló ese en todo el encuentro.