El F50 Victoria vuela sexto en un puerto de Cádiz entregado
España está a un solo punto de Dinamarca, tercera, en la clasificación general. Este sábado ha logrado ganar una manga, pero después ha firmado un último puesto y un quinto.
El Gran Premio de Cádiz ya es una realidad y se ha iniciado con España soñando con hacerse con un puesto en la Gran Final de este domingo. Eso sí, para ello el F50 Victoria se verá obligado a remontar porque este sábado se ha subido a una montaña rusa. Ha vivido una vorágine de sensaciones porque ha logrado ganar la segunda manga del día (es el primer triunfo español en SailGP), pero un último puesto y un quinto le han lastrado de cara a la clasificación general. España es sexta con 14 puntos. Eso sí, la distancia con los rivales que le aventajan no es insalvable porque Dinamarca, tercera, suma 15 puntos. Estados Unidos es segundo y Australia, con 19 puntos, es líder.
Pero no hubo solo espéctaculo sobre el agua porque Cádiz está entregada a SailGP y pudo constatarse en el Paseo de Santa Bárbara y en el Baluarte de la Candelaria. 1.400 barcos se registraron para seguir las mangas desde el agua y también se congregaron miles de personas en las gradas y en los distintos espacios habilitados para vibrar con los catamaranes voladores más rápidos del mundo. El intenso calor pareció no hacer mella en unos espectadores que trataron de trasladar su aliento al F50 Victoria español en todo momento.
El Rey Felipe VI navegó a bordo del F50 Victoria
El Rey Felipe VI está en Cádiz y como gran aficionado a la vela no se ha querido perder la competición de SailGP. El pasado viernes ya siguió de cerca los entrenamientos de los equipos y entregó el trofeo Juan Sebastián Elcano y este sábado ha ido a bordo del F50 Victoria. Por la mañana visitó la base del equipo español, se interesó por toda la parte tecnológica del F50 y después salió a navegar como un miembro más de la tripulación durante los entrenamientos previos al inicio de la competición. "Quería saber cómo pasar de lado a lado porque es relativamente complicado cuando subes al barco por primera vez y está foileando. Hemos tenido la suerte de tener esas condiciones en las que las maniobras apenas eran en el aire. En cuanto despegamos en el rumbo más rápido se puso a gritar y se le veía en la cara que estaba muy emocionado e ilusionado de vivir esta experiencia. Como aficionado a la vela, es bonito que viva el presente y el futuro de este deporte y que nos apoye y nos siga", comentó Florian Trittel sobre la experiencia de tener a Felipe VI a bordo del F50 Victoria.