Alex Graneri: "Mi objetivo es París 2024, voy a ir a por todas"
El joven piragüista balear se proclamó a principios de septiembre campeón del Mundial júnior en K1 1.000 y K1 500. Ambicioso, quiere estar en los próximos Juegos.
El piragüismo español no ha parado de regalarnos alegrías este verano. En Tokio, el K4 de Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade, nos brindó una medalla de plata, que se sumó a las de Teresa Portela y Maialen Chourraut. En el Campeonato del Mundo de aguas tranquilas, la delegación española cosechó otras cinco medallas y en el recién finalizado Mundial de Eslalon, otras dos. Pero es que las promesas, no se quedan atrás. Álex Graneri, de 18 años, no ha llamado a la puerta, directamente la ha tirado abajo.
"Estoy muy satisfecho con los resultados que he logrado a lo largo de esta temporada", afirma Graneri. Y como para no estarlo. A principios de septiembre, el joven balear consiguió en apenas 72 horas dos medallas de oro en el Mundial júnior de piragüismo. "Es una semana entera que se vive con mucha presión y nervios. Se prepara con muchísimo trabajo, al final nosotros entrenamos casi seis horas diarias, el 1.000 es una distancia que es de fondo, y necesitamos tener mucho kilometraje para que el cuerpo aguante", afirma Graneri.
La relación entre el joven y el piragüismo viene de largo. "Cuando yo era pequeño, mi madre trabajaba mucho en verano y no sabía muy bien qué hacer con mi hermana y conmigo. Una amiga suya le dijo que ella había apuntado a sus hijos en el Real Club Náutico de Palma y a mi madre le gustó la idea y nos apuntó casi un mes entero allí. El entrenador nos vio con bastante potencial y nos ofreció federarnos. Nos federamos y hasta el día de hoy", cuenta Graneri.
Allí siguió entrenando hasta que cumplió los 15 años, cuando tomó la decisión de mudarse a Asturias para seguir formándose en El Centro de Tecnificación de Trasona. "Nos solíamos despertar sobre las 8:00, una hora antes del entrenamiento para desayunar y hacer un poco la digestión. A las 9:00 bajamos al agua, luego gimnasio y luego carrera. Acabamos sobre las 13:30 más o menos, luego comíamos, descansábamos y tres días a la semana hacíamos una sesión de agua por la tarde también de 16:00 a 18:00", afirma Graneri, que este año entrenará en Sevilla con el equipo nacional sub-23.
Antes del participar en el Mundial júnior, Graneri fue subcampeón europeo. "Al Europeo no llegué a mi máximo rendimiento, llegué arrastrando una lesión de pectoral que me hizo estar lejos de mi mejor nivel. Luego me recuperé bien del pectoral, empezamos a pulir cosas y al Mundial llegué al cien por cien, pero claro los demás competidores también tuvieron tres meses para mejorar", dice el joven piragüista.
Una vez allí, Graneri se colgó el oro en el K1 1.000 metros, y tan solo dos días después repitió hazaña en el K1 500. "Salí a por todas, pero es verdad que me noté fatigado. Tuve la suerte de concentrarme en Asturias junto con el K4 olímpico de Saúl, Arévalo, Germade y Marcus, y me fijé mucho en ellos. En España hay mucho nivel", afirma.
"Hablo con todos mis contrincantes después del agua, y hablamos como amigos, y eso me encanta. He conocido a muchísima gente en el piragüismo y el buen rollo que hay entre todos, me encanta, somos prácticamente una familia, y eso en otros deportes no ocurre", explica un Graneri cuyo siguiente objetivo es clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024. "Voy a ir a por todas, pero soy consciente del excelente nivel que hay en España", finaliza el balear.