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BALONMANO | LIGA SACYR ASOBAL

Álvaro Martínez y Yeray Lamariano destrozan al Huesca

El pivote y el portero del Recoletas Atlético Valladolid resultaron decisivos para que el tercer entrenador del equipo ganase el partido.

Actualizado a
Álvaro Martínez y Yeray Lamariano destrozan al Huesca
César Minguela.

El pivote Álvaro Martínez y el portero, Yeray Lamariano, destrozaron al Huesca. El primero, con sus nueve goles, que fueron determinantes en el tramo final del partido, y el segundo, con sus 16 paradas -un 40% de efectividad-, que dejaron sin capacidad de reacción a los aragoneses.

Los vallisoletanos, con Eduardo Izquierdo al frente del banquillo, ante las ausencias de David Pisonero -sancionado- y de Óscar Ollero -baja-, salieron más concentrados que en anteriores encuentros y supieron frenar a un Huesca que, probablemente, no pensó que fuera a encontrar tanto empuje en el rival.

Cierto es que el cuadro aragonés, gracias a la buena dirección de Sergio Pérez, logró dominar el marcador, pero con una máxima diferencia de dos goles, a todas luces, insuficiente, para un equipo que aspira a estar en la parte alta de la tabla. La defensa local estuvo seria, y bien rematada con Lamariano en la portería.

De hecho, los vallisoletanos pudieron haber tomado las riendas del juego, pero las precipitaciones, que se tradujeron en pérdidas de balón y en fallos en los lanzamientos, lo impidieron, dando lugar a una igualdad en el electrónico, que rompió Benites con un último gol antes del descanso (11-12). El Recoletas salió con intensidad, y la rapidez en las transiciones le concedió la posibilidad de adquirir una renta de dos goles (16-14) que fue anulada con facilidad por el cuadro oscense, al aprovechar la exclusión de Miguel Martínez para establecer un parcial de 0-4, tras el que Eduardo Izquierdo pidió un receso.


El Recoletas no se rindió y mantuvo esa velocidad para hallar contras con las que sorprender a los de Nolasco. Así, volvió a igualar el choque a 20 goles. Y surgió con fuerza la figura de Álvaro Martínez, que se mostró intratable en ataque, y también la de Lamariano, una pesadilla para los lanzadores visitantes. Hasta cuatro goles de renta llegaron a obtener los vallisoletanos, no solo merced a ese arrojo ofensivo, que a veces les llevó a cometer errores, sino también de la mano de una buena defensa 5-1, que sorprendióa Huesca y les dio una importante e inesperada victoria (28-25).