La confesión de Simone Biles sobre su experiencia en los Juegos de Tokio
La gimnasta estadounidense concedió una entrevista a la revista Time después de haber sido incluida como una de las 100 personas más influyentes del año.
Simone Biles dejó en shock al mundo del deporte durante los Juegos Olímpicos de Tokio cuando anunció después de competir en la prueba de salto del concurso por equipos que no competiría en más elementos ni en el concurso completo ni en suelo por problemas de salud mental (sí compitió en la prueba de barra, donde logró el bronce tras ganar la plata en el concurso por equipos), en una decisión que generó polémica y reconocimiento a partes iguales por haber dado visibilidad a uno de los problemas más cotidianos de la sociedad pero a su vez menos comentados.
Biles concedió una entrevista a la revista Time después de haber sido incluia en la lista de 100 personas más influyentes del año según la prestigiosa publicación. "Es muy difícil para las mujeres y las niñas ponerse límites. Pero si empiezas a decir 'no' o ponerte límites para las pequeñas cosas, entonces las cosas más grandes no lo parecen tanto", confiesa la gimnasta. "La experiencia de los Juegos Olímpicos ha sido, definitivamente, más que un desafío. Competir sin público, sin la familia, haber estado en cuarentena a causa de la COVID-19 y saber que eres la líder para las 'Supervivientes' siendo una de ellas que aún sigue en el deporte", afirma, en alusión al sobrenombre con el que se conoce a las gimnastas que denunciaron los abusos del médico Larry Nassar y que, recientemente, testificaron ante una comisión en el Senado de Estados Unidos para pedir responsabilidades al FBI y a la Federación de Gimnasia estadounidense.
La gimnasta también confesó el daño que muchas veces le ha provocado el pensar demasiado, algo que reconoce que también le ha ayudado. "Cuando estoy en el tatami, es como si me sintiera sola. Afortunadamente siento que he hecho un gran trabajo, pero también es demasiado, es mucha carga. Pensar mucho las cosas te puede ayudar, pero también te puede herir a veces. Pienso que la mayor parte del tiempo me beneficia, pero entonces, cuando está dentro de tu cabeza, es cuando se convierte en doloroso. Y entonces empiezas a pensar demasiado sobre tus habilidades, tus rutinas, tu confianza y el equipo"
Biles también habló sobre cómo vivió los Juegos Olímpicos después de sufrir esta pequeña crisis y cómo quiso ayudar a sus compañeras desde el otro lado de los aparatos. "En los Juegos Olímpicos estaba fuera de lugar y no podría sincronizar mi mente y mi cuerpo. Así que decidir no competir tras la prueba de salto fue muy duro. Nunca había estado en las gradas durante un Mundial o unos Juegos Olímpicos. Fue muy extraño para mí porque sabía que no era capaz de hacer mis ejercicios de forma segura. Si podía hacer algo en ese momento era ser una animadora y apoyar a las chicas dentro y fuera de la competición y estar aquí para mentalizarlas de que no pasará nada".
Por último Biles reconoció que antes la gente le felicitaba por sus éxitos y que ahora le reconocen también su valentía para dar voz a este problema a la vez que se rinden a todos los éxitos que ha conseguido sin exigirle más. "Si camino a un supermercado o voy a cualquier parte y la gente me dice 'Enhorabuena', me gustaría saber por qué me felicitan. Por mi cumpleaños, por mi carrera profesional... solo me han felicitado por ganar. Y ahora es como si fuera humana, como si fuera vulnerable. No suelo decirlo, pero es bonito que aún me reconozcan lo que he hecho, lo que estoy haciendo y lo que he superado".