El Recoletas Valladolid no pudo rematar la reacción que protagonizó en la segunda mitad, tras superar siete goles en contra y situarse a tan solo uno, a falta de dos minutos para el final, ya que la expulsión del técnico local, David Pisonero, y de Rosell, lo impidió.
El equipo cordobés supo imponer el ritmo de partido que buscaba, y frenó la intensidad que identifica el juego de los vallisoletanos, con una seria defensa y un ataque organizado, que le permitió adquirir una ventaja de cuatro goles antes del ecuador de la primera mitad (4-8), y que siguió incrementando a pesar del receso solicitado por el técnico local.
El Puente Genil se encontraba como pez en el agua, lanzaba con mucha comodidad, ante la endeble defensa azulona, y anulaba, sin demasiada dificultad, los lanzamientos del Recoletas, que se veía obligado a realizar ataques estáticos muy largos, lo cual beneficiaba al cuadro visitante. Hasta siete goles de renta llegó a tener el equipo andaluz, con un buen juego colectivo, liderado en el plano anotador por Delcio Moreno.
Hasta que Basualdo se echó al Recoletas a su espalda para recortar diferencias y dejar el marcador en 15-20 al descanso. Los vallisoletanos siguieron apretando y, merced a la mejoría defensiva y a la efectividad de Miguel Martínez en ataque, se situaron a dos goles (21-23), aunque Puente Genil mantenía el tipo gracias a la capacidad de definición de sus jugadores.
Yeray Lamariano también se hizo fuerte en la portería, y los locales se crecieron más, para situarse a un solo gol (28-29). La progresión era evidente en el Recoletas, pero una serie de decisiones arbitrales provocaron el enfado del entrenador, David Pisonero, que vio la cartulina roja, a lo que se añadió otra exclusión para Rosell. Con cuatro jugadores en la pista, Puente Genil aprovechó para añadir dos goles más al electrónico y amarrar el partido en Huerta del Rey,cuya afición no pudo ver culminar la remontada de su equipo.