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VELA | SAILGP

Olímpicos voladores

Xammar, Cardona, Trittel y Botin cambian el chip y compiten en el Gran Premio de Dinamarca de SailGP. El F50 Victoria es sexto, a tres puntos de Australia, líder.

Aarhus
Olímpicos voladores
Ugo Fonolla/SailGP

De Tokio a Aarhus. El F50 Victoria español ha realizado, de cara al Gran Premio de Dinamarca de SailGP de este fin de semana, cuatro refuerzos de lujo: Jordi Xammar, Joan Cardona, Diego Botin y Florian Trittel. Hace poco más de dos semanas estaban compitiendo, y cosechando éxitos para España, en los Juegos Olímpicos de Tokio y estos días se encuentran volando sobre el F50 nacional en las aguas de Aarhus. “Es una experiencia increíble. Hace nada estaba celebrando el bronce en Tokio, que era uno de mis mayores sueños, pero es que parece que no se ha acabado. Tenía unas ganas enormes de probar cómo era estar, y llevar, un F50 y es otro sueño cumplido”, comentó a AS un Jordi Xammar que está aprendiendo bajo la tutela de Phil Robertson. Se trata, sin duda, de una transición dulce. Y dado que SailGP llegará a Cádiz el 9 y 10 de octubre, el objetivo es ver a Xammar de ‘skipper’ titular.

El navegante catalán, bronce en 470 junto a Nico Rodríguez en Tokio, y Cardona, que se hizo con la medalla de bronce en Finn, no pudieron participar en los tres Grandes Premios previos al de Dinamarca (Bermuda, Italia e Inglaterra), y de ahí que estén de estreno. “Tenía muchas ganas de estar aquí. Es una sensación tremenda de velocidad y el aprendizaje es continuo. Es una gozada”, explicó un Cardona cuya misión es la ‘grinder’, que acciona los cabrestantes que ajustan las velas a la configuración óptima y ayudan a controlar el ángulo de escora del F50. Pero no son los únicos olímpicos con los que cuenta el F50 Victoria, que precisamente dirige Xabi Fernández (oro en Atenas y plata en Pekín), porque Florian Trittel (se llevó un diploma de Tokio junto a Tara Pacheco en Nacra 17) y Diego Botin (diploma junto a Iago López Marra en 49er) también lucen.

Estos dos son los que más experiencia tienen en el F50 español porque, pese a perderse la cita en Plymouth (Inglaterra) por los Juegos, sí estuvieron en Bermuda y Taranto (Italia). “Me encanta, es una sensación de adrenalina increíble. No es fácil porque son barcos que van a mucha velocidad. Yo digo que son como camiones de carreras. Disfruto mucho porque vas a casi 100 kilómetros por hora e incluso en los últimos días aquí en Dinamarca se nos escapaba la risa de cómo íbamos de rápido”, advirtió un Florian Trittel que es el trimer mayor del F50 Victoria. No puede evitar disfrutar a la hora de hablar del F50 y es que “vuelas y te sientes con una fuerza brutal”. Él controla el ala rígida, que es la fuerza motriz del barco, ajusta la forma y la torsión del ala mediante una escota y un panel de control, ayudando también a mover las orzas durante las maniobras. Su conocimiento de cada centímetro del barco es para enmarcar.

El último olímpico volador español en este Gran Premio de Dinamarca es Diego Botin. Abandonó Tokio con un sabor agridulce por su cuarto puesto y esto me ayuda a “pasar antes el trago. Tengo la cabeza centrada en esto y me olvido de lo duro que fue perder la medalla”, avisó. Él no puede permitirse dudar ni distraerse porque es el controlador de vuelo y se encarga de que los cascos del barco no toquen el agua durante las maniobras, la inclinación del timón, la orza y la velocidad.

Estos refuerzos olímpicos se espera que den un salto de calidad a un equipo español que intentará hacer olvidar las malas sensaciones obtenidas en Plymouth. Fue último tras ser penalizado con una bandera negra en una de las salidas y perdió el liderato. Actualmente es sexto, a tres puntos de Australia, líder y, a partir de hoy a las 15:00, espera dar guerra. Se enfrenta a potencias como la ya citada Australia de Tom Slingsby, Estados Unidos (Spithill), Nueva Zelanda (Burling) y Gran Bretaña (Ainslie).