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Ari Sánchez-Paula contra las Martas, final inédita con morbo

Ortega y Marrero se miden a las que fueron sus compañeras por su primet título del año ante una pareja que aspira ser la mejor de la temporada.

Las Rozas de Madrid
Ari Sánchez-Paula contra las Martas, final inédita con morbo

Y al octavo torneo de la temporada, en Las Rozas, las Martas llegan a una final. Un camino demasiado largo para Ortega y Marrero, que no podían eatar tanto tiempo sin verse peleando por los premios. Lo han logrado tras ganar en los cuartos de final a las número uno; y en las semifinales han dejado en el camino a Tamara Icardo y Delfina Brea, ganadoras de dos torneos. En la final van a tener este domingo (10:00, Gol Tv) a dos rivales que conocen bien porque Ari Sánchez fue pareja de Ortega y Paula Josemaría de Marrero, y lo que son las cosas, ahora es el támdem a batir. Por tanto, una final con morbo porque es la primera vez que se miden estas dos formaciones por un título,

Ari y Paula pelean por su tercer título del año, y por el primer puesto de la temporada. Faltaron en Valencia por un positivo, y esos puntos que no sumaron las obligan a un extra para desbancar a Ale Salazar y Gemma Triay, las uno. En las semifinales, contenidas, con la magia de Ari y la pegada de Pauia, ha pasado al desenlace del domingo costa de Bea González y Lucia Sainz, más controladas que en los cuartos de final, sin exhibir su fuerza en el remate. En dos sets, al hotel: 6-4 y 7-5, sin excesivo desgaste y liberadas del choque de cuartos por un positivo-

A las Martas les ha costando más meter se en la final. Marta Marrero ha impuesto su pegada, sí, pero asumiendo muchos riesgos posicionales. Ella gana la red, y Marta Ortega defiende con los dientes apretados, saca bolas y limpia las jugadas, para que su compañera definina, pero tiene que ser un trabajo muy preciso porque el paralelo de Marrero queda expuesto, como demostró muchas veces Delfina Brea. Al final, en el haber y debe le salió un saldo positivo a la canaria, que en este Open de Las Rozas se ha mostrado otra vez poderosa y nada timorata. De ahí el 6-3, 4-6 y 6-4 en casi tres horas de partido, sin que hubiese diferencias entre unas y otras.