Los Hispanos le ponen difícil a Ribera señalar a los descartes

España se rueda con velocidad. No hay más historia en este partido de la Eurocup 2022 que por todo lo sabido ha sido un simple amistoso entre los Hispanos, con un objetivo a cuatro semanas, y los jòvenes croatas que, pongamos, su perspectiva es como poco a dos años vista. El resultado final 34-22 (15-13) refleja lo que es una selección y lo que pretende ser otra.

Ahora bien, el partido deja claro que Jordi Ribera, sin siete jugadores habituales (dos lesionados, cuatro descartados y uno aún en competición), ha conseguido algo importante: que se mantenga el estilo, que no se noten en exceso las ausencias, que no baje el interés por hacerlo bien ni decaiga el ritmo.

Que ganase la Selección estaba previsto. No importa tanto la diferencia como el juego, y ahora a Ribera se le abren las dudas: el martes, tras el partido ante Egipto en Orense (20:00) tiene que hacer sus primeros descartes, y el cinco de julio dar la lista definitiva. La pregunta es: ¿llevar a dos por puesto o contar con jugadores polivalentes por aquello del ataque y defensa? Y otra más, ¿qué tipo de pivote? Marchán defiende y ataca, y Figueras y Aginagalde sólo atacan. En este aspecto, el ofensivo, Figueras por su movilidad es más efectivo, pero los otros bloquean y fijan a uno o dos defensores. Trabajo extra para el seleccionador.

Hay nombres que no están en duda, aunque Sergey Hernández esté llamando la atención  como portero. Es el tercero de la lista, pero en este encuentro no lo parecía: para, sí.

Volvió Antonio García a jugar con España tras cinco años fuera de las listas. Ha sido uno de los mejores de la Asobal, y sin Dani Dujshebaev el lateral izquierdo no tiene un dueño claro, porque Cañellas es polivalente y bueno para todo.

Como el partido fue cayendo poco a poco del lado español, todas estas dudas eran preguntas que no despejaba el juego, porque actuaron todos, y no se puede decir que hubiese diferencias abismales entre las distintas combinaciones.