"Fue una lección de vida, la mejor experiencia como técnico"
Gabi Hernández abandona Pro Recco por "motivos personales" después de ganar la Champions. Una temporada dura pero inolvidable con mil historias.
¿Por qué deja el Pro Recco después de ganar la Champions?
El principal motivo es personal. A mi edad he valorado mi familia, mi profesión y mi futuro. He decidido que es momento de dar un paso a un lado y coger otro camino. No me voy a ir lejos, seguiré vinculado seguro, pero no como hasta ahora. Tenía que tomar una decisión rápida. Ser entrenador es bonito y pasional. Me quedo con este año, con lo que me dijeron los jugadores, con los que han jugado más o menos.
¿Y cómo vivió este año en el mejor equipo del mundo?
Fue una temporada difícil para todos. En septiembre se empezó a jugar la Copa de Italia, luego se paró todo hasta diciembre. Nos pasamos tres meses entrenando entre nosotros, sin viajar… Fue muy duro. Jugábamos las burbujas de Champions, que las ganamos todas, y luego otro parón por las selecciones de casi dos meses...
Y encima pierden la liga ante el Brescia...
En un mes se nos acumuló la Copa de Italia, el playoff de Liga y la Champions. En la Copa de Italia ganamos 9-1 pero finalmente la diferencia fue solo de un tanto. Hubo una relajación o exceso de confianza, como en la final de la Liga. Nadie me lo explica. La gente hablaba de ganar 3-0, pero ya en el primer partido no tuvimos concentración y perdimos. Luego ganamos el segundo por 8-4, perdimos el tercero y en el cuarto entramos en un túnel psicológico. No era un tema de táctica.
¿Cómo le dio la vuelta para ganar la Champions?
Estuvimos concentrados cinco días en Roma. Hubo mucha tensión, nadie decía nada. Los jugadores saben cuando se han equivocado y subimos el listón al máximo de estrés e hicimos una Champions impecable. Fue una lección de vida. Jugadores con mucha experiencia, que lo han ganado todo, sosteniendo una situación de estrés y logrando una Champions seis años después.
¿Qué significa la Champions en el Recco?
Recco es un club obsesionado con la Champions, como el Real Madrid en el fútbol, y a veces se olvida de la Liga.
¿Qué aprendió esta temporada?
Es el año deportivo más importante, que más me ha calado. Principalmente me quedo con que los jugadores me pidieron que siguiera, y eso es muy importante. Cuando grandes jugadores dicen eso, te marca. Mi última experiencia fue muy fea a todos los niveles y necesitaba sentirme de otra manera como técnico.
¿Cómo convence a jugadores que lo han ganado todo?
Con naturalidad. Ni he ejercido un liderazgo de seducción ni de autoridad ni de estudio ideado. He sido yo. Fui lo más directo posible. Les pedí a todos inteligencia y buscar un flow. Cuando hay talento, esa estrategia creo que es lo más importante. La tuvimos durante todo el año. Los jugadores se sintieron muy mal. Aceptaron que después del campeonato el nivel de autoridad y exigencia fuese mucho más allá de la línea habitual que se permite a un entrenador.
¿En España podría superar esa línea?
En España un entrenador duro lo tiene complicado. Los italianos son encajadores y puedes ir muy fuerte. En España sería inaceptable.
¿Qué destaca de ese equipazo?
Responsabilidad, compromiso y disciplina.
¿Qué relación tenía con el presidente y el propietario?
Con el presidente la relación fue fluida. Me dejaron ser un entrenador normal. Estuve en Sabadell y en España, pero en la RFEN por motivos diversos no estuve tan cómodo. No tuve impedimentos ni barreras en Recco. Es la primera vez que me pasa. Hablábamos el mismo idioma. Me apoyó cuando el equipo cayó. Con el propietario la relación fue excelente. Que las puertas siguen abiertas para lo que quiera, es importante. Me llenaron mucho.
¿Cómo vive Génova el waterpolo?
Génova es una ciudad donde el Pro Recco es muy conocido, y todos los pueblos son apasionados del waterpolo. La zona de la Liguria es waterpolo, no te puedes mover sin que te recuerden el resultado. Los 'tiffossi' vienen a los entrenamientos. Hay una tradición muy grande.
¿Qué jugador le impactó más?
Me ha impactado un jugador, Mandic. Ha sido un gran competidor, un ganador de verdad. Al inicio me dijo 'llevo seis años aquí y quiero ganar la Champions'. No me puedo ir sin ganarla. En la fase final de la Liga no estuvo muy bien, y al llegar a Belgrado me dijo 'vamos a ganar'. Metió siete goles en dos partidos. Nunca vi a nadie como él en el descanso ante el Atlètic-Barceloneta en las semifinales: con ese rito, con esa mirada, con las ganas de ganar, con su energía. Cogió los dos primeros balones y reventó la portería. En la final el dieron el trofeo MVP y lo lanzó al agua. Dijo que él no quería eso, solo la Copa.
¿Qué espera de los Juegos Olímpicos?
Los veo imprevisibles y abiertos, puede ganar cualquiera. A ver cómo llegan al día de la competición, el COVID-19 y lo que pase, pero España, Italia, Serbia, Hungría aspiran al oro. Los cuartos, como siempre, lo marcarán todo.