Nadie puede con la hegemonía del Emporio Valenciano

La Liga Alannia Resorts solo conoce a un campeón: el Emporio Valenciano. En las dos ediciones que se han disputado de esta competición, creada por la Federación Española de Boxeo para dar continuidad a los púgiles amateur, el guión ha sido el mismo... y no pudo ser más emocionante. Las dos finales se han tenido que resolver en el desempate (el primer criterio para romper la igualdad era el número de KO's o victorias por falta de oponente). "Nuestros rivales, los valencianos del KO Boxing, lo celebraban por un lado, nosotros por otro... Todos buscábamos una mirada cómplice que nos confirmase que nos llevábamos el título", reconoce el capitán del equipo madrileño y miembro de la Selección olímpica Martín Molina.

La igualdad es la base del torneo, que vio variado su formato por la pandemia. En la fase de grupos se eliminó el encuentro de ida y vuelta y se disputó a una única cita en Guardamar del Segura (cada choque tenía seis pleitos). Eso provocó que fuese "muy complicado". "Te la jugabas a una carta, pero no sabría decir cuál de las dos ligas ha sido más complicada", apunta Molina, que es claro: "Como boxeador me gusta el formato del año pasado".

Molina luce con orgullo una de las novedades del torneo: un anillo para los boxeadores campeones. "No lo habíamos visto antes. Cuando lo descubrimos nos dijimos: 'queremos ese anillo'. Del año pasado teníamos el trofeo, pero esto le da más caché y es un aliciente para nosotros. Ahora mismo solo los miembros del Emporio Valenciano podemos decir que tenemos uno", advierte sonriente.

La idea de la Federación es darle continuidad a este torneo y Molina lo tiene claro: "Estaré con mi equipo para buscar la tercera". "La Liga Alannia ha demostrado que es una competición igualada y en la que la gente va con la intención de llevarse el trofeo y reivindicarse ante nosotros (los miembros de la Selección). Nosotros arriesgamos estando y demostramos que no somos intocables".