Campeones invictos: De Marciano a Mayweather
Este martes se cumplieron 65 años de la retirada oficial de Rocky Marciano, quien dejó el boxeo sin conocer la derrota. Otros tomaron el mismo camino que el de Massachusetts.
Rocky Marciano, el referente durante muchos años
Rocky Marciano es uno de los luchadores que más se recuerda. No en vano, suyo es el récord de 49-0 (43 KO) que durante muchos años fue el mejor de la historia. Lo superó Mayweather en 2017, pero la gesta de Marciano es tremenda. Un peso pesado, en los 50 era muy difícil que se mantuviese sin perder, y menos tantos combates. Rocky peleó por última vez en septiembre de 1955. El 27 de abril de 1956 anunció su retirada. Tenía 33 años y siete campeonatos del peso pesado en su cintura. Falleció el día antes de cumplir 46 años en un accidente aéreo.
Floyd Mayweather, el mejor récord de invictos
Numéricamente hablando, Floyd Mayweather es el mejor boxeador invicto. Posee el récord más abultado. Cuando peleó contra Conor McGregor, un duelo muy criticado por parte de la afición, se situó con 50-0 (27 KO). Venía de ganar el bronce en los Juegos de Atlanta 92 y en el campo profesional logró ganar el Mundial en los pesos superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter. El estadounidense tiene actualmente 44 años, pero es muy mediático y eso hace que el regreso sobrevuele constantemente su figura.
Andre Ward, de rey del mundo a comentarista de televisión
En muchos casos, los siguientes boxeadores se retiraron, por propia voluntad, en el momento más alto de su carrera. Uno de los últimos ejemplos es Andre Ward. El estadounidense lo dejó con 33 años (ahora tiene 37) y tras derrotar en dos ocasiones a Sergey Kovalev. Tenía en su poder tres de los cuatro títulos mundiales del semipesado, pero no quiso buscar el cuarto y decidió dejarlo con 32 triunfos en otros tantos pleitos. También fue monarca del supermedio. Desde el primer momento ESPN contó con sus servicios y ahora es miembro del equipo habitual de ese medio para sus retransmisiones.
Dmitri Pirog, lo dejó obligado por las lesiones
El ruso, de 40 años en la actualidad, tiene una de las historias con mayor desgracia de este deporte. En julio de 2010 gana a Daniel Jacobs (KO en el quinto asalto) y en menos de dos años retiene el cinturón WBO del medio en tres ocasiones. Entonces, decide firmar una pelea contra Golovkin. Tenía 20 victorias en 20 peleas y 15 habían sido por KO. El pleito vendía mucho, pero nunca llegó a darse. Pirog se lesionó durante la preparación para esa pelea. Fue una dolencia grave en la espalda que le hizo retirarse, y eso que el ruso tuvo varias intentonas de volver, pero no fue posible. Tenía en ese momento 32 años.
Edwin Valero, el invicto más pegador
Los registros de Edwin Valero fueron tremendos. Disputó 27 peleas como profesional y logró el triunfo en todos por la vía del KO. Destaca que estableció un récord, ya que sus primeras 18 peleas las consiguió finalizar en el round inicial. El venezolano fue campeón mundial en el superpluma y en el ligero. Su última pelea la disputó en febrero de 2010, reteniendo el WBC del ligero en Monterrey ante Antonio DeMarco. Su final fue trágico. El 17 de abril asesinó a su mujer y después se entregó. Dos días más tarde, mientras estaba en el calabozo, se ahorcó con sus pantalones. Tenía 28 años.
Harry Simon, un accidente le cortó su progresión
Harry Simon (31-0, 23 KO) es otro de esos boxeadores que las circunstancias no le permitieron crecer más. El namibio fue seis veces campeón mundial del superwelter y una del medio (todas en peleas reguladas por WBO). Cuando estaba en su mejor momento, en 2002 (tenía 30 años), sufrió un grave accidente automovilístico (fue protagonista de varios más) y fue despojado de su título. Cuando parecía que no volvería lo hizo en marzo de 2007. Desde su regreso a su retirada definitiva en 2018, peleó siempre, salvo una vez en Nairobi, en su país. Nunca volvió a tener la chanza de hacer un mundial. En julio de 2007 ingresó en la cárcel debido a la condena por otro accidente de tráfico que había tenido, y salió en 2009, momento en el que no dudó en retomar de nuevo su carrera.
Joe Calzaghe, campeón con récord
Joe Calzaghe (Inglaterra, 49 años) es el campeón más longevo que ha tenido el supermedio: fue monarca WBO durante más de diez años. Ya en la parte final de su carrera, decidió subir al semipesado y allí se cruzó, y ganó, a Bernard Hopkins y Roy Jones Jr. Sin duda son palabras mayores, por lo que el inglés decidió que era el mejor momento para poner punto final a su carrera. Lo hizo con un 46-0, 32 KO) y 36 años.
Mihai Leu, una lesión le llevó a los rallies
El rumano (hizo su carrera en Alemania) vio cortada su progresión en el mejor momento de su carrera. Estaba invicto en 28 peleas (10 KO), tenía 28 años y acababa de hacer la primera defensa del Mundial WBO del peso welter. Una lesión le impidió seguir, aunque no le frenó a la hora de seguir en el deporte. Se hizo piloto de rallies (ahora tiene 52 años).
Pichit Sithbanpracha, un adiós en el parlamento
Pichit Sithbanpracha (55 años) anunció su retirada del boxeo profesional en el parlamento de su país, Tailandia. Es una celebridad allí y por eso tuvo esa chanza. Lo hizo el 25 de noviembre de 1994. Menos de dos años más tarde, regresó, pero lo hizo con una pelea sencilla. Y tras otros cuatro años, en el 200, volvió con dos pleitos finales. Antes de esos regresos, Sithbanpracha hizo su legado: fue seis veces campeón mundial IBF del mosca. Su récord definitivo quedó en 24-0 (18 KO).
Sven Ottke, el campeón con la sombra del amaño
Numéricamente, Sven Ottke (Alemania, 53 años) ha sido un grandísimo campeón. Fue monarca IBF del supermedio desde 1998 hasta su retirada en 2004. Además, desde 2003 fue campeón unificado al ganar también la faja WBA. En su última etapa, Ottke fue cuestionado. No quería pelear fuera de su país y las decisiones algunas veces fueron polémicas. Sea como sea, dejó el boxeo con un registro de 34-0, 6 KO).
