Demetrius Andrade luce y se difumina ante Williams
Demetrius Andrade retuvo el Mundial WBO del medio frente a Liam Williams por decisión unánime. El campeón ha decidido subir al peso supermedio.
Demetrius Andrade y Liam Williams se tenían ganas. Lo evidenciaron en el pesaje, en el que saltaron chispas, y el inglés entró al combate sobreexcitado. Cuando el campeón mundial WBO del medio entró al ring no dudó en perseguirlo. No podía esperar a que sonase la campana, y mientras el árbitro les recordaba las últimas normas, Williams insistía en querer calentar a 'Boo Boo'. Se equivocó, Andrade debía mandar un mensaje para optar a los grandes combates y esa agresividad le vino como anillo al dedo de inicio, porque lució. Fue superior, pero en la parte final acabó mirando el reloj. Se le hizo largo. Retuvo su cinturón, pero se fue a las cartulinas (116-111, 118-109 y 118-109) ante un rival que debería haber tenido una actuación más impactante.
En los quince primeros segundos de pelea ya se vio como iba a ser... al menos lo que parecía. Williams salió con todo al frente y Andrade le pasó y le contragolpeó. Con dos crochets con la mano retrasada (es zurdo), el estadounidense provocó que al inglés se le aflojasen las piernas. Las manos en frío afectaron al aspirante y el campeón apretó, pero Williams resistió el primer envite. En el segundo round, el inglés puso un poco de sentido común. No fue tan loco y sufrió menos de inicio, pero a falta de 25 segundos se fue a la lona. Andrade le colocó una izquierda recta que lo sentó. No fue la más potente, pero la precisión fue la clave. Quedaba poco y se recuperó, pero el guión estaba escrito. Andrade era muy superior y lo evidenció. Williams entraba, con mayor mesura que de inicio, pero el campeón se quitaba los golpes con facilidad, se movía bien y contragolpeaba duro y preciso. Era cuestión de tiempo... aunque Andrade se dejó complicar un poco.
El tercer y cuarto asalto lo embarulló Williams y conectó poco, pero fue más preciso y alguno de los dos se pudo apuntar el inglés. En el quinto, el campeón se dio cuenta de que debía cambiar lo que acaba de pasar y sacó los upper de paseo. Esos golpes ascendentes y también recto abajo volvieron a darle el control absoluto. Duró hasta el noveno asalto. Williams tuvo un segundo aire y el estadounidense se vino un poco abajo. El inglés le complicó y todo lo que había mostrado, no lo enseñó. Con una derecha recta, Williams le hizo daño. Quedaban tres asaltos y el combates se volvía a poner interesante. El aspirante no tenía nada que perder y tras recuperar la confianza volvió a complicar al campeón, que no fue capaz de moverse y contragolpear del mismo modo. La victoria no peligraba, pero el pleito se cerró más de lo que en el equipo de Andrade les hubiese gustado. Ganó con amplitud, se recuperó... pero la imagen no fue la deseada.
Ahora, Andrade, de 33 años, mira a los grandes carteles, espera. En la previa había dicho que podía pasar al supermedio, pero tras el pleito parece descartados. "Estoy invicto, que vengan a por mi", espetó sobre el ring. Eddie Hearn, su promotor fue mucho más directo. "Los campeones deben luchar contra los campeones. Ayer se anunció que Jermall Charlo peleará contra Montiel, no lo entiendo. Son dos grandes campeones estadounidenses que deberían pelear. No hay problema por DAZN, podrían pelear en Fox. Se está negociando Golovkin vs Murata para final de año, pero estamos en abril todavía...", añadió. El balón queda en el tejado de los otros campeones. Andrade les quiere.