Bela-Sanyo y Ari-Paula, los primeros ganadores del año
Ariana Sánchez y Paula Josemaría dominaron su final, mientras que Belasteguín y Gutierrez tuvieron que remontar a Stupaczuk y Ruiz-
El Open de Madrid, el de la vuelta a una relativa normalidad porque 2.000 personas lo disfrutaron en directo cada jornada, ya tienen dueños, dos parejas nuevas, pero cuatro jugadores que ya tienen muchos trofeos de torneos en sus anaqueles: Ari Sánchez y Paula Josemaría y Sanyo Gutiérrez con Fernando Belasteguín, el que más ha conquistado en la historia del WPT,
Cronológicamente Ari y Paula forman la primera pareja campeona de 2021. Ari lo había sido ya con Marta Ortega y con Alejandra Salazar, y Paula con Ana Nogueira y con Marta Marrero, aunque acabó la campaña anterior con Beatriz González cuando las Martas decidieron volver a unirse. Pues bien, estaban en la pista del WiZink Center las dos compañeros de 2020, ahora como rivales, y una cuarta, Lucía Sainz, en la mejor pareja del año pasado. Todo eso se relata para contar que el partido no era entre recién llegadas sorprendes, por más que menos Lucía ninguna ha soplado aún las velas de los 25 años.
Fue un partido que dominaron Paula y Ari, 6-3 y 6-4, quizá más activas y con más magia, especialmente Ari. Beatriz colaboró con Lucia a dar la réplica a las vencedoras, pero no estaban tan frescas como en la semifinal cuando derrotaron a las números uno. El partido se decidió en una hora y media,
Luego vino la final masculina, que ganaron un mito, Belasteguín, y una leyenda, Sanyo, que han unido sus caminos después de ser rivales encarnizados. A la primera, juntos, ganan en Madrid en algo más de dos horas. Enfrente Alex Ruiz, zurdo alto y de pegada que jugaba su primera final, y Franco Stupaczuk, compañero de Sanyo el año anterior. Un partido táctico: no jugar contra Sanyo, rebajarle el volumen de juego, esa la consigna de unos; evitar los globos a Stupa y a Ruiz, y jugar contra el revés del zurdo, la de otros,
En el primer set Stupa y Ruiz aprovecharon sus bazas pata pagar 6-7. Luego, Sanyo y Bela dieron un giro a su estrategia inicial, buscaron menos a Franco porque es un jugador eléctrico, y cambiaron como un calcetín el juego en la pista, y el tanteo en el marcador. Dejaron de sumar errores no forzados, de levantar bolas, y acabaron con la producción de sus rivales con un 6-4 y un 6-3.
Nuevas parejas campeonas con caras bien conocidas para los aficionados, con un Sanyo más sensible que nunca, tanto que rompió a llorar en el final del partido. Los jugadores son humanos, con sus tragedias personales a cuestas, aunque en la pista se transforman para cumplir con los aficionados.