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BALONMANO | LIGA SACYR ASOBAL

El Puente Genil convierte su cancha en casi inexpugnable

Por primera vez supera al Anaitasuna y se consolida entre los ocho primeros de la tabla

Actualizado a
El Puente Genil convierte su cancha en casi inexpugnable

El Ángel Ximénez doblegó al Helvetia Anaitasuna (32-31), al que nunca había vencido en el pabellón Alcalde Miguel Salas de Puente Genil, y se afianza en la primera mitad de la tabla después de un partido reñido, lo que le permite consolidarse como el mejor local de la Asobal tras el Barcelona y empezar a soñar con Europa.

El duelo de estilos quedó patente desde el arranque. El dinamismo del Anaitasuna tuvo su efecto con un parcial de 0-3 tras el primer tanto del local Anderson Mollino, aunque los anfitriones fueron tomando el pulso desde la defensa para evitar el despegue de los navarros (4-4).

El equipo cordobés, más académico en las formas, notó la presión del adversario y replicó sacando partido a sus armas más tradicionales, con el brasileño Anderson Mollino y Juan Castro como líderes de su ataque para poner al Ximénez con su primera ventaja (8-7).

Los de Paco Bustos se mantenían arriba en una fase en la que el equipo pamplonés metió más velocidad, pero también cometió más errores por precipitación.

El Ángel Ximénez controlaba la situación, pero sin conseguir despegarse en el marcador. El internacional Juan del Arco, encadenando goles sin fallo, abanderó la reacción del Anaitasuna para colocar el empate (13-13) a falta de cinco minutos.

Sin embargo, las paradas de De Hita y la amenaza múltiple del ataque local llevaron a los de Puente Genil a irse al descanso por delante (17-14).

La reanudación fue electrizante, con Del Arco como argumento más poderoso del Anaitasuna y el Ximénez exprimiendo su potencia como bloque, con mucha motivación en defensa.

Los locales elevaron su renta a cinco goles (20-15) y minaron la resistencia de su adversario, que se vio contra las cuerdas. El Anaitasuna sacó su orgullo y comenzó una remontada que le llevó a empatar (28-28) a menos de cinco minutos para la conclusión, pero un formidable Álvaro de Hita salvó el resultado con sus paradas.