BALONMANO | PREOLÍMPICO
Un empate agónico para las Guerreras y todo por decidir
Esta vez fue Suecia el equipo que mandó. Para España, la clasificación para los Juegos queda pendiente para el domingo ante Argentina.
Y a la tercera, también empate entre España y Suecia, como en el Mundial, como en el Europeo y ahora en el Preolímpico de Llíria. Además, con el mismo resultado que en Japón, 28-28 (13-13), pero de una manera diferente. En el Mundial las suecas remontaron en la segunda parte nueve goles de desventaja, y esta vez fue el revés, porque varias veces las nórdicas contaron con rentas cómodas, de cuatro tantos, y no se sabe cómo las Guerreras, no muy dadas a darle la vuelta a los partidos, lograron el empate en el último segundo del partido de la mano de la extremo Jennifer Fernández. Esto significa que España tendrá jugar una final a cara de perro contra Argentina el domingo, mientras que las suecas tendrán este sábado ese duelo a todo o nada.
España y Suecia, en este momento, se respetan, aunque la historia sea más sueca que española. Las nuestras saben que las nórdicas tienen ese plus físico superior, son capaces de resurgir de la nada, y las escandinavas saben que las españolas aparecen por donde menos se espera. Es la historia de sus últimos tres partidos de algo más de catorce meses. Esta vez con Suecia por delante en las dos mitades.
En el inicio Suecia abrió las diferencias desde los siete metros (cinco goles) aprovechando las pérdidas españolas. Viver tuvo que recomponer la primera línea para remontar cuatro tantos y llegar al descanso con el choque igualado, con una gran aportación de Ivet Musons, que volvía a la Selección tras una grave lesión de rodilla en junio de 2018.
La dinámica hispana iba en ascenso, pero la cortó el descanso. El trabajo de Roberts y de Lindqvist en la segunda mitad volvió a dejar rezagadas a las Guerreras, que un pis pas se encontraron otra vez a cuatro tantos de las rivales. En otras ocasiones aquí se hubiese tirado la toalla, pero es ahora o nunca, un último esfuerzo, una salida heroica, y se logró cuando parecía imposible.
De entrada, Carmen Martín sobre la central Petren los últimos 10 minutos. Luego, la fe, porque Suecia encajó dos goles en el minuto 59 por perder dos ataques: primero con un robo de Ainhoa Hernández con tanto rápido de Alicia Fernández sin portera; y luego recuperación de balón a 17 segundos del límite, y cuando el balón le llega a Carmen Martín en posición cómoda… Viver para el juego con un tiempo muerto: “Chicas, lo sé, teníamos el gol, pero quiero que el último tiro sea nuestro”. Los fantasmas de partidos perdidos por marcar antes de tiempo le llegaron al seleccionador, que contó cómo quería acabar. Le hicieron caso y empataron para seguir con vida y sueños renovados para el domingo.