Fiebre de rugby en Colorado: "Queremos ganar el Mundial"
La RugbyTown Crossover Academy de Glendale intenta convertir a Estados Unidos en potencia aprovechando talentos descartados en el fútbol americano. Su director, Mark Bullock, atiende a As.
Colorado es tierra de intrépidos. De aventureros, buscadores de oro y ahora también de rugby con la RugbyTown Crossover Academy, un proyecto que pretende aprovechar el talento descartado por otros deportes para convertir al país en una potencia de la pelota ovalada.
Glendale, un pequeño municipio del área metropolitana de Denver gobernado por un alcalde que jugó en los Denver Broncos de la NFL e hizo dueto con el rapero Wyclef Jean en una canción promarihuana, Mike Dunafon, es el emplazamiento donde se lleva a cabo el experimento. La relación de la ciudad con el rugby viene de lejos. Ha albergado varias pruebas de las Series Mundiales de seven y allí está la sede de la federación nacional.
Allí han llegado hasta ahora cerca de una treintena de atletas, la mayoría exjugadores de fútbol americano, que no han podido labrarse un futuro profesional en sus disciplinas de origen. Como Garrald McDowell, un línea defensivo que jugó con los Calgary Stampeders en la liga canadiense; o Taniela Tupou, que llegó a estar en los planes de tres franquicias de la NFL; o Gelen Robinson, que jugó de defesive tacke en los Dallas Renegades de la fallida (y en vías de resurrección ahora) XFL y antes hizo lucha libre y lanzamiento de peso; o, quizá el caso más curioso, DJ Stewart, que antes probó en el bobsleigh.
La idea es simple. En un país de más de 330 millones de personas, no hay razón aparente por la que el rugby, que ya tiene cierto recorrido (la selección masculina ha jugado todos los mundiales desde 1995 y ya hay una liga profesional, la exótica MLR), no pueda terminar de fertilizar. Y el sistema de formación estadounidense, un mastodonte alimentado por universidades poderosísimas en lo económico, vomita continuamente deportistas que, ¿por qué no?, podrían tener un plan B cuando falla el A.
Despertar al gigante dormido, que será uno de los candidatos a organizar el Mundial masculino en 2031, es la tarea en la que se ha embarcado un grupo que antes dirigía a los extintos Colorado Raptors de la MLR. Mark Bullock, el director de Rugby de la academia y entrenador de los Colorado XOs, el equipo que debe dar salida al talento ya formado, atiende a As por correo desde Glendale. "Queremos desarrollar a atletas de élite que ya han practicado otros deportes como jugadores de rugby y darles la oportunidad de representar a Estados Unidos en el equipo nacional", explica. "También desarrollar un equipo que pueda competir fuera de nuestras fronteras y, en última instancia, aspiramos a que nuestro país gane un Mundial", lanza ambicioso.
Con lo de competir lejos de territorio estadounidense, Bullock se refiere a los contactos que ya han mantenido con competiciones como el Pro 14, que por ahora no han cristalizado en nada concreto. En cuanto a su intención de establecer un canal de suministro de jugadores con la federación, tanto el seleccionador, Gary Gold, como el director ejecutivo, Ross Young, han mostrado interés y el primero incluso ha presenciado alguna sesión de trabajo de la academia.
Bullock cree que su idea tiene mucho sentido si uno mira los números: "Todos los atletas que reclutamos eran polivalentes antes de centrarse en una sola disciplina. Y en el pasado todos los grandes jugadores estadounidenses que han competido en el extranjero y con la selección habían probado otros deportes. Nuestra hipótesis es que podemos enseñarles a jugar al rugby".
De momento la experiencia parece darle la razón. Asegura que todos se están "adaptando" muy rápido "a las destrezas y técnicas que van aprendiendo". "Comparado con lo que han sido nuestros jugadores de rugby en general, asumen nuevas tareas con mucha facilidad", añade. ¿Por qué Glendale? Bullock relata una historia que data de dos décadas entre él y el alcalde Dunafon: "Fue mi mánager en la selección sub-19 entre 1999 y 2000. Tuvimos muchas conversaciones acerca de la necesidad de involucrar a los mejores atletas del país en el rugby. Cuando llegó al gobierno de la ciudad, convenció a todos de que se podía reorientarla a base de invertir en rugby". Como parte de esa inversión en crear "un destino" para el deporte del oval, se construyó el Infinity Park que sirve de base a la academia.
De allí, afirma Bullock, es "muy probable" que salga un nuevo Chris Wyles, o un nuevo Joe Taufete'e, u otro Todd Clever. "Aunque parezca un poco precipitado, nos gustaría ver ya a algunos de nuestros jugadores con la selección en el Mundial de 2023", cierra Bullock. Glendale lo ha apostado todo al rugby y quiere réditos cuanto antes.