El portero Niklas Landin decide el título para Dinamarca
Segunda medalla consecutiva para los daneses, que llevan una racha de 19 partidos ganados. A los suecos les faltó frescura en la recta final
Que Dinamarca es algo más que el portero Landín y el lateral Mikkel Hansen no admite duda, porque con dos estrellas no se pueden conseguir dos mundiales consecutivos, ni enlazar una racha de 19 victorias consecutivas, pero que Mikel Landin se crece en la portería en los momentos finales tampoco admite discusión (en un mes, Champions y Mundial), como en la final, cuando en el último cuarto tapó todas las vías posibles de los atacantes suecos: 26-24 (13-13).
Los Mundiales se ganan en el noveno partido, y hay quienes llegan pensando en el títulos, y otros que querían llegar lo más lejos posible: Dinamarca pretendía ganar, y Suecia estar lo más alto posible. Por eso da la impresión de que los daneses tenían aire cuando los suecos se quedaron sin resuello y carecían de luces suficientes para encarar con éxito a Landin,
No ha sido la mejor de todas las finales, pero sí de las que recuperan sensaciones ya olvidadas, porque Suecia toma el pulso de su pasado glorioso aunque tal vez con pocos jugadores de tanto talento. Más allá del siete ideal y de tres relevos, el resto no parece de la misma calidad. Y en esta final tal vez Vanne, un extremo izquierdo de lo mejor, falló más de la cuenta para romper su fiabilidad. No contar con él era imposible para Solberg. Es fue el hándicap de los noruegos,
Dinamarca, a partir de Mikkel Hansen, genera problemas en un ataque que tiene más potencia. No necesita terminar los extremos. Y con todo, en el descanso estaban igualados los dos equipos. Suecia mostró su excelente calidad, pero a partir de minuto 45 se quedó sin fuerzas, y situaciones cómodas las desperdicio. Los daneses tampoco estaban especialmente brillantes tras unos minutos enormes de Holm, con cuatro tantos en cinco minutos, Ese fue el otro desequilibrio del partido que se lleva Dinamarca.