Gottfridsson se parte la cara para meter a Suecia en la final
Los suecos superaron a los franceses de principio a fin, agotados, vulnerables y con una portería inexistete
Jim Gottfridsson tiene un aspecto de pivote, pero ha llegado a la madurez como central para llevar las riendas de los suecos con tanta clase y categoría que acabó con Francia para que su país regrese a una final veinte años después, en El Cairo, donde en 1999 Suecia ganó su último Mundial. En este encuentro, este auténtico vikingo de aspecto rocoso, cumplió a la perfección la lectura del partido, y aunque Palicka, el portero por sus paradas, o los extremos Pattersson (7 goles) y Vanne (11) se llevaron los aplausos, el controvertido central fue el hombre del encuentro para los suecos:32-26 (16-13).
Gottfridsson tenía una misión personal, la de lavar su imagen tras el varapalo que sufrió Suecia en el Europeo de 2020, que organizó. Puso su inteligencia al servio de todos, asistió, y buscó siempre la suprerioridad por los extremos ante un rjval que se movía lento en el 6-0, y que en la potería no tenía a nadie: una parada en 30 minutos es nada a este nivel,
En la primera parte estaba encarrilado el partido, y siempre se mantuvieron las diferencias, porque cuando Francia apretaba, buscaba el pasivo, sacaba fuerzas que no tenìa con la falta de Luka Karabatc y N´Guessan, Suecia sabía allí estaba el pelirrojo para penetrar por el centro, recibir todo tipo de tarascadas, para sacar petroleo para los suyos. Al final del choque su cara hinchada y enrojecida camulfada en parte por la barba era de felicidad, y Jim bien podría decir que volvía de un combate de boxeo.
Suecia había perdido nueve de los diez útimios partidos ante Francia. Pero eso es historia, y lo que cuenta ahora es que la escuela del norte estará el domingo en la final para alegría de una afición que no contaba con que ahora los suyos hiciesen la paces con su glorioso pasado,