La Selección, a cuartos de final tras el dulce de Uruguay
Hungría derrotó a Polonia, con lo que se jugará el primer puesto del grupo con España el próximo lunes
Pues sí, como se esperaba, Uruguay fue un caramelo para España. como lo ha sido para todos los rivales, aunque al final tenía un punto de amargura porque el 38-23, está bien, pero el marcador de la segunda parte siempre disgusta: 14-11. Y porque otra vez el portero rival, Viera, en este caso, en la segunda mitad, supera el cuarenta por ciento de paradas, que resulta doloroso. Esa es la parte negativa de un partido sin historia más allá de ser el primer choque de siempre entre ambas selecciones, y de que debutasen Sergey Hernández en la portería y Iosu Goñi en el lateral en este Campeonato del Mundo. España tenía que sumar dos puntos, que los sumó; y luego esperar al desenlace del Hungría-Polona: si ganaban los polacos, el lunes se decidirìan los dos primeros, pero si lo hacian los húngaros, el grupo quedaba cerrado con la duda para cuartos de qué selección acababa primera de grupo en el duelo directo entre españoles y magiares: ganaron los húngaros 30-26.y se acabó el suspense principal: queda la otra incógnita,
El partido de España fue como se esperaba: mucha diferencia física, y de ahí que fuese el contragolpe donde España dejó desnuda a la selección uruguaya, que cometía errores infantiles, porque a este nivel cualquier equipo se percata de los despistes rivales. Esas cosas ya no se hablan entre los jugadores: si te vas al cambio, por ahí te ataco, por ejemplo. Y por velocidad, era imposible frenar a Gómez, a Solé o a Ariño. Si Hernández lograba lanzar, el balance defensivo sudamericano estaba destrocado. Ya no había forma.
No jugaron ni Entrerríos ni Pérez de Vargas (ambos fuera para este partido), y el resto tuvo minutos salvo Ángel Fernández. Se apostó por el 5-1 y por eñ 6-0, y más o menos en defensa se sacó el choque bien, sin que se pudiesen parar acciones individuales, como en el caso de Maxi Cancio, el lateral zurdo asturiano, máximo goleador de su equipo, con sólo un fallo: lanzamiento de saque que chocó en el larguero.
Los lunares de España llegaron cuando siempre aparecen, en la segunda mitad, sin que se sepa bien por qué, y de manera reiterada a lo largo del Mundial. Que Viera tuviese un acierto de portero de élite, cuando no llega al 20 por ciento habitual, llama la atención; que aparezcan tantas exclusiones cuando no hay motivo, tampoco ayuda. Pero es que la crisis de la Selección más o menos de reloj, y en este choque se encajó un parcial de 0-4. No tiene mucha importancia, pero es un síntoma que a estas alturas ya habría que haber solucionado.