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WATERPOLO | AMISTOSO

López Pinedo mantiene a raya a Serbia diez meses después

La Selección masculina ganó en los penaltis a la campeona olímpica (17-18) en un gran partido de los jóvenes Sanahuja y Aguirre. Debutó el checo Famera.

Dani López Pinedo.

La Selección masculina de waterpolo rompió el hielo, por fin, este mediodía en Debrecen (Hungría) después diez meses sin poder competir a causa de la pandemia. Y lo hizo curiosamente ante el mismo rival que aquel lejano ya 10 de marzo, cuando ganó 11-13 a la campeona olímpica, Serbia, y puso un pie en la gran final de la Liga Mundial. Finalmente, y debido a los cambios de criterio de la FINA, ya tiene el billete para las semifinales pero competirá en esta ronda el fin de semana, entrenamiento para el futuro.

La España de David Martín no para de cargarse de argumentos para pensar en que, 25 años después, puedan volver a un podio olímpico. Ya acumula cinco partidos seguidos sin perder ante Serbia. De hecho, la última derrota fue tan amarga que le costó el oro en el Europeo de Barcelona de 2018, pero que le valió para ganar una plata meritoria e impulsarse los años siguientes. En Debrecen, España siguió con su competitividad y ganó nuevos jugadores en la terna para los Juegos Olímpicos de Tokio (17-18).

El joven Sanahuja, fichado por el CN Sabadell este verano, fue el protagonista de un primer cuarto de tanteo. Se marcó un tanto en propio meta al desviar un balón, pero lo contrarrestó con un brillante gol fruto de su lanzamiento exterior. España se mantuvo firme en defensa y encontró soluciones en ataque. Pese a las bajas de De Toro, Tahull y Delgado, mermados por la COVID y sus falta de ritmo, España encontró otros goleadores.

Entre ellos los habituales, como Álvaro Granados, Alberto Munarriz o Felipe Perrone. Pero también contó con otros nuevos, como el checo nacionalizado español Martín Famera, que debutó oficialmente e hizo el 5-4. Se llegó 7-7 al último cuarto gracias al tanto de Blai Mallarach, otro de los veteranos. No como Unai Aguirre, el joven meta del CN Barcelona, de solo 18 años. Detuvo varios lanzamientos en el último cuarto, que finalizó 8-8. Llegaron los penaltis, donde logró detener uno de ellos.

El héroe del encuentro fue, en cambio, el otro meta, el veterano Dani López Pinedo. Salió en el undécimo lanzamiento a relevar a Aguirre y se lo detuvo a Filipovic, uno de los mejores tiradores del mundo, a dos manos. El banquillo español no paró de reirse de la enésima demostración de poderío del portero de 40 años. Con esa imagen España despidió su vuelta diez meses después. Una felicidad que perdura y que quiere lucir su mejor sonrisa en Tokio.