ENTREVISTA AL MINISTRO DE CULTURA Y DEPORTE
"Los nuevos presupuestos dan mucha fuerza al deporte, con más de 250 millones de euros"
José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte, hace balance para AS del aciago 2020 y aborda temas de su cartera, muchos supeditados a la evolución de la pandemia.
Tenemos por delante un año decisivo, con Juegos Olímpicos, Eurocopa y el resto de competiciones supranacionales y domésticas, y el deporte español ha sido, de alguna manera, referencia en cuanto a resistencia a la pandemia del coronavirus y de capacidad organizativa. Me gustaría que nos hiciera un balance de cómo ha sido el año 2020 que estamos a punto de abandonar y cómo ve el 2021.
Ha sido un año muy difícil, durísimo en todos los órdenes, para todos los sectores de este país, para todos los ciudadanos y también para el deporte. Sin embargo, yo creo que hay algunos elementos positivos, muy positivos, que debo subrayar y que debemos recordar: en primer lugar, el ejemplo que dieron nuestros deportistas en los momentos más difíciles, cuando el primer Estado de Alarma nos llevó a un confinamiento prácticamente total y salieron muchas figuras de nuestro deporte a hacer ese llamamiento a la ciudadanía, como referentes sociales que son, para quedarnos en casa y combatir mejor esta pandemia que sufríamos y que seguimos sufriendo. En ese momento, nuestros deportistas sacaron lo mejor de sí mismos y pusieron de relieve algo que recalco muchas veces, que el deporte es un mundo de valores que esta crisis nos ha demostrado que debemos recuperar y reforzar: la solidaridad, el trabajo en equipo, en esa idea de que debemos salir de esta crisis juntos y unidos, el ‘fair play’ y esa honestidad de los deportistas dando ejemplo. Es verdad que tuvimos que tomar decisiones que no eran fáciles, pero que, con el tiempo, se ha demostrado que eran correctas o adecuadas: en primer lugar, que retomáramos La Liga. Recuerdo una conversación con mi colega francesa (Roxana Maracineanu) que me decía que iban a suspender su liga, como así hicieron, y me sugería que en España hiciéramos lo mismo; yo pensé en ese momento que La Liga siguiera, sin público, pero que pudiéramos culminarla. Yo creo que eso se hizo bien, con éxito, teniendo partidos todos los días… A mí me parece que eso ayudó a mucha gente, en sus casas, a sobrellevar mejor la situación. En ese sentido, el fútbol y el baloncesto cumplieron un papel casi de terapia social. Y desde entonces seguimos con los deportes funcionando. En los deportes federados no profesionales conseguimos un protocolo para que pudiera haber público, pensando en otras razones que tienen que ver con su sostenibilidad y con que, siempre dentro de los límites que exigen los criterios sanitarios, pudieran realizarse. Hemos ido haciendo cosas, en un contexto muy complicado, inédito, pero razonables, que han permitido que nuestro deporte recupere actividad pronto, en la desescalada con mucha rapidez, y que ahora tengamos un horizonte muy positivo.
En ese horizonte positivo, ¿qué relevancia tiene el deporte en los Presupuestos Generales del Estado que acaban de aprobarse?
Su relevancia es muy importante. El presupuesto para el deporte vuelve a ser como el que tuvimos, en términos cuantitativos y de porcentaje, en los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92, es decir, volvemos a poner al deporte con mucha fuerza en los presupuestos, con más de 250 millones de euros para el Consejo Superior de Deportes y todo lo que implica su actividad. Cuadruplicamos las ayudas para el Comité Olímpico Español y para el Comité Paralímpico, para el deporte femenino, duplicamos las ayudas a las federaciones y, por supuesto, para los planes de recuperación. Creo que hemos resistido bien este año y, a pesar de todo, el horizonte en torno al deporte es muy positivo y comprometido con los cuatro pilares en los que estamos muy enfocados: el deporte de base, el universitario, el inclusivo y el femenino.
Como ministro de Cultura y Deporte nos gustaría que nos explicara por qué ha podido ir público al concierto de Raphael en el WiZink Center y no, en ese mismo escenario, a ver al Real Madrid de baloncesto o al Estudiantes.
Es verdad que visto así existe esa paradoja. Pero se puede explicar por distintas razones, siendo la principal la sanitaria. La cultura ha demostrado estos meses que es segura y el deporte, también. En ambos ámbitos, lo que se ha podido hacer con público se ha organizado con garantías, en los accesos, en los aforos… Puede chocar la imagen del concierto de Raphael, con tanta gente y en este momento que volvemos a tener una situación difícil y tan incierta con la pandemia, pero estoy convencido de que se organizó perfectamente. No es menos cierto que hay aspectos que no se pueden organizar, como que todas esas personas se trasladan cuando salen del concierto y se juntan con otra gente, y con eso hay que tener cuidado. Por eso yo creo que para los eventos masivos hay que esperar un poco, hay que ser más prudentes. ¿Por qué La Liga o la ACB están sin público? Porque las podemos ver por televisión, aunque pueda parecer un argumento poco decisivo. Hay que ser muy contenidos y me parece que nos podemos permitir ahora no ir a los estadios o a las canchas a ver partidos de fútbol o baloncesto y seguirlos por televisión. Yo soy el primero que me gustaría ir al Bernabéu o a ver al Madrid de baloncesto. Además, hay que tener en cuenta que los deportes no profesionales si no tienen público, no resisten, y por tanto ahí había que hacer un esfuerzo, con aforos reducidos, siguiendo los protocolos sanitarios.
¿Cuál es la perspectiva entonces de que puedan volver los aficionados a los estadios de fútbol o a las canchas de baloncesto a ver deporte profesional?
El criterio sigue siendo el mismo, cuando las autoridades sanitarias entiendan que estamos en una situación, bien por la evolución de la pandemia, bien por la aplicación de la vacuna y sus efectos, en la que los riesgos no existan o sean mínimos. A la vuelta de las Navidades vamos a volver a tratar el tema, viendo cómo es la situación en enero después de estas fiestas, y tomaremos decisiones en ese marco. Insisto, porque ya lo he dicho, la asistencia a los partidos de fútbol y baloncesto de profesionales no lo va a decidir el ministro, sino los criterios sanitarios. En su momento, cuando los datos nos den más luz y tranquilidad, tendré una reunión con el ministro de Sanidad.
Usted fue uno de los artífices del desbloqueo para que las ligas no profesionales pudieran arrancar. ¿Cuál o cuáles fueron los motivos de aquel enquistamiento?
Yo no tuve tanta importancia. Se hizo un buen trabajo, impulsado por el Comité Olímpico Español y por todas las federaciones deportivas, se había avanzado muchísimo, pero muy al final el CSD sacó un comunicado en el que afirmaba que no se podía avanzar más y yo lo que hice fue empujar un poco, y en 48 horas la presidenta del CSD, el COE y las federaciones llegaron a un acuerdo. No era tanta la dificultad. Y fue una buena decisión que tuve que explicar a los distintos consejeros de Deporte de las comunidades autónomas, porque había que organizar los protocolos de las distintas competiciones no profesionales entre comunidades. Encontré una buena respuesta y afortunadamente se han podido llevar a cabo esos torneos.
Las señales que llegan desde el COI y Japón son que habrá Juegos Olímpicos en 2021. Alejandro Blanco ha comentado que quizás el colectivo de deportistas olímpicos debería estar incluido entre las personas que tengan prioridad para ponerse la vacuna, de cara a su tranquilidad para preparar los Juegos. ¿Es algo que se contempla desde el Gobierno?
Lo vamos a estudiar y lo trasladaré a Sanidad. Es verdad que el objetivo que tienen esos deportistas también es de país y puede tener sentido, y lo vamos a tratar a la vuelta de las Navidades. A mí me cuesta hablar más allá de una semana por la pandemia, pero en la reunión que tuve hace unas semanas con el embajador de Japón en España pude constatar que lo tienen muy preparado y decidido que se celebrarán los Juegos.
Se ha elaborado un plan de contingencia para garantizar que si la pandemia fuera a más puedan proseguir con su preparación. ¿Qué le cuentan los técnicos de la previsión de medallas en Japón, después de que el techo se consiguiese en Barcelona con 22 y en la edición de Río fueran 17?
Yo creo que tenemos unos deportistas extraordinarios, desde el punto de vista de sus capacidades y sus valores. Yo soy optimista porque somos uno de los países más importantes en cuanto a deportes de equipo, en el deporte femenino estamos muy a la cabeza y estamos entre los ocho mejores del mundo, y estos datos auguran éxitos tanto de los deportistas individuales, como en los deportes colectivos.
¿Qué planes hay para el deporte femenino?
Es uno de los grandes objetivos de este gobierno. Hemos aprobado en el Consejo de Ministros la propuesta para un Observatorio para la Igualdad en el Deporte, que no teníamos y sí en Cultura, que yo creo que va a ser muy útil para ver cómo es la relación entre hombres y mujeres en el deporte y también la propia dinámica del deporte femenino. Además, en el Anteproyecto de la Ley del Deporte, que retomaremos en cuanto se avance en la normalidad por la pandemia, uno de los ejes es el deporte femenino, que va a tener en los Presupuestos Generales del Estado unas cantidades hasta ahora desconocidas, con la dotación de recursos, apoyando a nuestras deportistas, y también dándoles visibilidad y reconocimiento. El deporte femenino es un espectáculo. Ver partidos de chicas de fútbol o baloncesto, por poner dos ejemplos, es apasionante.
Nos gustaría saber su opinión sobre la Superliga Europea de clubes de fútbol, que abandera entidades como el Real Madrid.
El otro día volví a escuchar al presidente Florentino Pérez lanzar la idea y yo creo que hay que pensarlo bien y hablarlo con la LaLiga y la Federación. Hay que dar una vuelta a los pros y contras de esa Superliga. Yo puedo entender los argumentos del presidente del Real Madrid por cómo se hace en la NBA, pero hay que verlo. En cualquier caso, creo que tenemos unas competiciones extraordinarias.
Uno de los rivales a los que nos enfrentaremos en la fase de clasificación del Mundial de Qatar de 2022 es Kosovo, un estado no reconocido por España. ¿Cómo se va a resolver este asunto, teniendo en cuenta que el 31 de marzo se enfrentará a la Selección en nuestro país?
Una cosa es la geopolítica y el derecho internacional o el reconocimiento de los estados y otra el deporte. Además, en este caso, la situación se enmarca en una organización privada como es la FIFA, en la que participan competidores de distinta naturaleza. Hay que normalizar esto sin extraer consecuencias políticas relacionadas con el deporte, que tiene que estar fuera de esas consideraciones. Mi punto de vista es que no hay que mezclar, porque será bueno para el deporte y para la política.
Está pendiente la reforma del Plan ADO, del programa de becas que suponen el sustento de los deportistas de elite. En ese sentido, el CSD ha tenido que aportar más del 60 por ciento de los fondos en los dos últimos años. ¿Qué ideas tiene el Gobierno en este aspecto?
Es verdad que llevamos alrededor de una década de un descenso progresivo del apoyo a este gran programa, que yo creo que es uno de los grandes éxitos del pasado, que se ha mantenido en el tiempo y que garantiza que nuestros deportistas tengan el reconocimiento y el apoyo económico que merecen y necesitan. La parte positiva es que el Gobierno va a estar siempre ahí para apoyar a nuestros deportistas y el esfuerzo del CSD en estos dos últimos años responde a esa voluntad, pero en una conversación con Alejandro Blanco convenimos en que hay que darle una vuelta al modelo. Lo que tenemos que hacer es volver a seducir a las empresas para que apoyen al Programa ADO, pero hay otras circunstancias que han afectado en este sentido: por ejemplo, cuando declaramos eventos de especial interés, muchas empresas se vuelcan en ellos, que son más específicos, como este año la Copa de Vela en Alicante. Lo que está claro es que hay reforzar el Plan ADO, dotarlo de los recursos que debe tener, pero sin inventar demasiado y sabiendo que el Gobierno de España siempre va a estar detrás.
¿En qué punto está ahora el proyecto de organización del Mundial 2030 junto con Portugal?
Sé que dimos algún paso en el último trimestre de este año, en esa voluntad común con Portugal de avanzar en ese proyecto, que me parece una grandísima idea, porque España y Portugal, desde el punto de vista histórico, cultural y, por supuesto, futbolístico, porque somos dos grandes potencias en este aspecto, estamos muy ligados. Además, hay que pensar en lo que supondría para América, la de habla hispana y portuguesa. Todo lo que supondría este proyecto de dos países hermanos, ibéricos, organizando un Mundial me parece maravilloso. Me voy a reunir con el presidente de la Federación Española para abordar este asunto y el apoyo del Gobierno es absoluto. Tenemos una enorme ilusión en la apuesta de esta candidatura.
Recientemente hemos conocido la decisión de la Agencia Mundial Antidopaje de apartar a Rusia de los Juegos Olímpicos y de los de invierno. ¿Está el ministro tranquilo en torno a este tema tan grave del dopaje, tanto en España, donde hemos tenido casos en el pasado, como a nivel mundial?
Hace muy pocas semanas llevé al Consejo de Ministros el anteproyecto de la Ley Antidopaje para tenerlo en tiempo y forma, con el objetivo de que no se perjudique a nuestros deportistas. Va a ser una ley muy dura y exigente, que va a dar pasos importantes en la lucha contra el dopaje, contra la quiebra del ‘fairplay’. También he de decir que nuestros deportistas, en su inmensa mayoría, son ejemplares en todos los sentidos y yo estoy muy tranquilo, sabiendo también que en cualquier colectivo siempre hay gente que falla y que hace las cosas mal. Insisto, tenemos una buena norma preparada, de acuerdo con el código mundial antidopaje y reforzando algunos aspectos para luchar contra esta lacra del deporte.
No queríamos despedirle sin preguntarle, primero por Messi y su amago de marcharse en verano del Barça y de La Liga. ¿Cómo lo vivió como ministro y como aficionado y si se imagina el fútbol español sin el argentino?
Como los madridistas superamos la marcha de Cristiano, los aficionados del Barça lo superarían. Si pienso como aficionado del Madrid, Messi es una preocupación, pero como ministro y español Leo es un jugador extraordinario, le deseo lo mejor y para el Barça, y si puede y quiere seguir, que continúe. En cualquier caso, el fútbol español está a un altísimo nivel y así es reconocido en todo el mundo.
Y la última: ¿cómo ve La Liga, con el Atlético y el Madrid como líderes?
El Atleti está muy sólido ofensiva y defensivamente, es un equipo al que gusta ver jugar, mientras que el Madrid lleva una racha extraordinaria en las últimas semanas. ¿Mi pronóstico? Es difícil, sobre todo, porque queda mucho campeonato.
Muchas gracias por atendernos.
A ustedes.
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