España, ante Francia, Dinamarca y Montenegro sin margen de error
Las Guerreras tienen tres finales que deben ganar para llegar a semifinales del Europeo: Francia (jueves), Dinamarca (domingo) y Montenegro (martes).
Este miércoles mismo España hace las maletas. Se cambia de hotel al fin. Hasta ahora está en Silkeborg, a cuarenta minutos de ida a la cancha de juego y de entrenamientos, lo cual está fuera de los protocolos de la EHF (sólo permite distancias de 20 minutos) que en este caso se aceptan por las condiciones especiales de este Europeo. Las Guerreras se instalan en Herning, donde pase lo que pase sólo se moverán para regresar a casa en esta segunda fase sin red a la que se van a enfrentar.
Con un punto ya no hay margen de error. Es decir, tres partidos por delante y para estar en semifinales hay que ganar los tres, aunque haya más opciones matemáticas. “Nosotras no nos lo planteamos. No vamos a mirar más allá del primer partido (mañana ante Francia, que ganó ayer 23-20 a Dinamarca). Y hacerlo lo mejor posible ante tres rivales de enorme calidad y potencial. Día a día”, comenta Lara González, una de las jugadoras altas (1,84 m.) de España, que en los últimos años se entrega en la faceta defensiva, aunque eche de menos atacar en juego organizado. “Mi rol es defensivo, y lo tengo asumido. Si además aporto algún tanto en el contraataque pues muy contenta”, asegura la alicantina.
El martes fue un día de preguntas por parte de los aficionados: ¿Por qué España es capaz de los mejor y de lo peor en el mismo partido? Lara tiene una respuesta: “Nos falta ritmo a los equipos. Llego al Europeo con cuatro partidos oficiales con mi club, cuando lo normal son el doble. Se nota en todas las selecciones. Sabemos que no es un campeonato normal, y tratamos de hacerlo lo mejor posible. Son muchas dudas, y ante la República Checa nosotras pasamos por momentos en que nos sentíamos frustradas”.
Alivio tulipán
El Europeo tiene tanto nivel que la actual campeona del Mundo, Países Bajos, estuvo eliminada ayer hasta el minuto 45. Se jugaba la vida frente a Hungría y remontó en el último cuarto, ganó a las magiares, echa a Serbia y pasa con dos puntos. Un bálsamo que revive sus esperanzas: pero ahora tiene que salir adelante ante Noruega.
Por eso, porque todo está muy apretado, en España evitan las cuentas. Saben que tienen que medirse mañana a Francia, una selección que ante España siempre tiene la fortuna de cara; el domingo a Dinamarca, que como organizadora cambió ayer mismo su programa para tener más descanso porque en teoría era el primer rival de las nuestras; y el martes, Montenegro (que ayer ganó por un gol a Eslovenia para clasificarse), y que en el Mundial fue una selección amiga porque les echó una mano a las Guerreras para estar en la pelea por las medallas.
“Son todas grandes potencias cuando llegan a esta fase de las doce mejores. Hay que al ir día una vez conseguido el primer objetivo”, se ratifica Lara González, bastión con la pivote vasca Ainhoa Hernández en el 6-0 de la defensa española, la base para que todo funcione en un partido.