Smith aprovecha la coyuntura

La UFC no tuvo un buen fin de semana. La compañía acostumbra a adaptarse bien a las situaciones, pero esta vez no fue así. Un factor lo pudo evitar. Y es que con Tyson y Jones haciendo una exhibición también este sábado, lo más normal habría sido adelantar sus duelos estelares. No coincidieron en hora, pero la resaca del boxeo eclipsó su estelar. Además, la casualidad quiso que ese combate que cerraba la noche fuese menos esperado de lo previsto. Curtys Blaydes dio positivo por COVID-19 antes del pesaje, lo que canceló su combate contra Derrick Lewis. La única opción que quedaba era que el coestelar pasase a se el más importante de la jornada. Así fue. Vendía menos, pero no había otra opción. Tuvo menos repercusión, pero los movimientos esta vez les perjudicaron.

Fuera de eso, la noche fue muy productiva para Anthony Smith. El estadounidense, de 32, aprovechó la coyuntura de varias maneras. Lo primero con el jefe. Cuando le dijeron que sería estelar llamó a Dana White y se ofreció a pelear a cinco asaltos. Devin Clark, su oponente, tampoco dudó. Era una ayuda importante a la compañía y eso no se olvida. Después, aprovechó el foco para brillar. Smith hizo una gran estrategia y supo ponerla en liza. Tanto él como su rival destacan por su trabajo en el striking. Se esperaba una pelea en esa faceta, pero no fue así.

Clark salió con todo a noquear. La valentía les podía salir cara si se iban a los asaltos finales. Intentó conectar a Smith, quien se defendió bien y en cuanto vio la ocasión llevó la pelea al suelo. Él se defiende y a su rival le cuesta. Se vio reflejado en el octágono. Poco tardó en cerrar un espectaular triángulo cuando solo se había consumido la primera mitad del round inicial. Exhibición y mensaje claro: tras dos derrotas sigue siendo un contendiente al título. "No me importa lo que piensen los fans se trataba de hacer una declaración", apuntó tras la pelea. Lo hizo. Aprovechó la coyuntura de la mejor manera.