Del 4 al 6 de diciembre, la natación española puede conocer a sus primeros olímpicos. Los nuevos criterios de selección diseñados por el director técnico Sean Kelly incluyen el Meeting de Rotterdam (Holanda) como el primer escenario para rebajar las mínimas y lograr el billete a Tokio. Para preparar mejor esa competición, Mireia Belmonte no se inscribirá al Nacional de piscina corta de Castellón que tendrá lugar el próximo fin de semana, ya de forma definitiva.

Concentrada en Sierra Nevada desde hace una semana, la badalonesa, que ha visto interrumpida su preparación primero por el confinamiento y después por dos infiltraciones a causa de dos hernias inguinales, intenta recuperar la forma a contrarreloj para alcanzar por la vía rápida la mínima. Del abanico de pruebas de la badalonesa, los 1.500 libre es en la que tiene más opciones de nadar por debajo del tope que se exige, teniendo en cuenta su facilidad para nadar este tipo de pruebas de fondo, donde las mínimas además son más asequibles.

Mireia, que no acudirá por tercer consecutiva a las competiciones del equipo nacional, cumplió recientemente 30 años y ahora, de forma inteligente, intenta dosificar sus competiciones con tal de afinar más de cara a las grandes citas. Tanto la nadadora de la UCAM como el resto de los nadadores tendrán de nuevo otras dos oportunidades al margen de Rotterdam. En primer lugar el Nacional de primavera y, en segundo, el Europeo que tendrá lugar en Budapest en mayo, a escasos dos meses del comienzo de los Juegos.