La estrategia da a La Roja su primer triunfo ante Brasil en 10 años

Al cuarto intento, y tras una década de espera, España volvió a saborear las mieles de la victoria frente a Brasil en el Clásico del fútbol sala mundial. La última vez que sucedió, en 2010, Miguelín empezaba a deslumbrar en Primera pero todavía no había debutado con La Roja, con la que llegó a las 100 internacionalidades en este amistoso ante la pentacampeona del mundo. Lo pudo celebrar su centenario con triunfo y el aderezo de una remontada.

Salieron a pista bien asentados los de Fede Vidal, que pese al susto de Marlon al medio minuto de partido tuvieron unos cinco minutos iniciales de control del juego, aunque sin ocasiones. Con la primera rotación de Marquinhos Xavier los brasileños se sintieron mejor sobre la cancha y destaparon el repertorio de paradas y reflejos de Carlos Barrón. Pero solo consiguieron batir al portero de Palma Futsal de penalti. Un derribo de Adri a Daniel llevó el balón a los seis metros y Ferrao no perdonó.

Brasil se cargó con la quinta falta con cuatro minutos y medio por delante y esa losa sobre los visitantes favoreció un nuevo arreón de España, que reclamó en vano dos faltas para disponer de un doble penalti. Vidal pidió tiempo muerto a falta de 4,9 segundos para preparar la estrategia en un córner. No dio sus frutos de primeras, pero las instrucciones sirvieron. A esa jugada le siguió un saque de banda que Chino aprovechó para igualar la contienda a falta de una décima para la bocina.

Los brasileños incrementaron la intensidad en la segunda parte, tanto ofensiva como defensiva. Tanto que a falta de 9 minutos para el final ya se hallaban otra vez con la rémora de la quinta falta. Entre tanto, la estrategia producía réditos de nuevo y Fernan había adelantado a España rematando a placer el balón puesto en juego por Mellado.

Minuto y medio después de entrar en bonus, una falta de Rafa Rato a Sergio Lozano para cortar la contra de España le dio al propio Búfalo la oportunidad de aumentar la ventaja con un doble penalti. Se la desbarató Roncaglio, que en una acción posterior hizo que el banquillo español demostrara que se trataba de algo más que un amistoso. Todos a una salieron para reclamar una falta a Raúl Campos en una salida del área del meta.

Durante unos minutos España se hizo dueña del balón y Brasil de las ocasiones, hasta que faltando poco más de tres minutos el juego de cinco dio el monopolio de la posesión a la campeona en un embate que resistió España. Pudieron los anfitriones poner la guinda, pero la indecisión de Ortiz en culminar una contra a puerta vacía o cederle el balón a Sergio Lozano hizo que el gol del capitán entrara después de sonar la bocina que ponía fin al encuentro.