Una hora de partido se hace muy larga ante el Barcelona, y por eso, aunque Cisne durante quince minutos mandó en su partido frente a los azulgrana, el primero de su historia, pasó del 11-10 en el minuto 15 al 27-43 final en el tercer partido en tres días del equipo catalán, que en todos han superado los 40 goles.

En este encuentro el Barça dejó en casa a Palmarsson, Cindric, Ariño y Donelec, que como otros diez jugadores más de su plantel tienen compromisos internacionales de sus selecciones a partir del lunes. No es que se tengan que notar, porque Xavi Pascual tiene suficiente dinamita como para pulverizar a cualquiera, con Janc mostrando su polivalencia para actuar de lateral zurdo con Mem, pero hasta en el Barça se notan los partidos tan seguidos y en los que se siete superior.

Pero en este choque la portería del Barça, habitualmente decisiva, fue más vulgar; eso lo aprovechó el equipo de casa mientras tuvo fuerza para llevar los balones al pivote. Cuando el aire dejó fe llegarles a sus jugadores, el Barça ya pudo correr, contragolpear, marcar las diferencias y acabar con las dudas del primer cuarto para tener el choque encarrilado en 15 minutos, porque del 11-10 se pasó al 14 21 al descanso, con un parcial más habitual: 3-11.

Con todo, al Cisne le cabe el orgullo de no haber sido un rival domado antes de saltar a la cancha en este primer enfrentamiento entre ambos equipos. No es la primera vez que le ocurre al Barça en la Liga: en Santander, por ejemplo, en el último cuarto de hora casi se queda inédito