El Sinfín choca con Rangel que le regala la victoria al Logroño
Memorable actuación del portero brasileño, una parada cada dos tiros para salvar a su equipo, Debutó Bonilauri, aspecto de pivot que juega de pivote
En condiciones normales el partido hubiese otro, pero en el que se jugó en La Albericia el triunfo del Logroño se explica porque gozó de un portero tocado por la varita del acierto. El brasileño Rangel, en una actuación memorable, una parada de cada dos tiros, acabó con la paciencia, el ánimo, y la insistencia de un Sinfin frustrado ante aquel valladar. Otro rival se hubiese ido antes del partido, y en otras condiciones el conjunto riojano hubiese decantado antes la victoria y no hubiese sufrido para ganar por 26-32, gracias a que los de casa se rindieron porque era imposible superar a aquel pulpo de amarillo.
Al Logroño se le supone más valor, pero lleva un mes de retraso con tanto confinamiento en su casa, sin casi entrenarse al completo, con la incertidumbre de los positivos. Eso explica, o por lo menos justifica, pérdidas de balones ingenuas cuando tenía ventajas evidentes,
El Sinfín también cometió errores de bulto, pero es que era imposible que se atacase con calma ante un portero que intuía dónde iba a ir el balón, se lanzase desde cualquier posición.
Y, pese a todo, el cuadro local estuvo en el partido, peleó y no se desmoronó, aunque era imposible que pudiese sorprender a un Logroño muy efectivo en la conexión central (Balenciaga) y pivote (Moreira): un gran trabajo ofensivo entre ambos, Debutó el francés Bonilauri, un povot de baloncesto por aspecto, que juega de pivote de balonmano con sus 2,13 metros, el jugador más alto de la Asobal: se fue con un gol.