El Guadalajara falló el tiro final para derrotar al Anaitasuna

El Quabit Guadalajara ha sumado el primer punto en su feudo, en un choque de trenes ante un Anaitasuna que llegó al Multiuosos a ganar. Los pamploneses cobraron ventaja por dos veces, pero en ambas se vio neutralizada por el empuje de su adversario. El brazo de Ander Izquierdo fue un martillo para la meta local en los primeros compases del encuentro, a lo cual respondió para el Quabit, Arthur Pereira, infalible desde los siete metros.

Más de diez minutos costó al cuadro alcarreño voltear el 0-2 inicial de los navarros. Ambos cancerberos, Bols y Saeid, se mostraban inspirados, y el tanteador corría despacio.

Mediado el primer período, Enrique Domínguez, técnico de Anaitasuna, probó con una intensa defensa al hombre, que obligó a su homólogo en el Quabit, Mariano Ortega, a pedir tiempo muerto. Reaccionó a tiempo el técnico catalán, y se mantuvo la igualdad sobre el parqué.

Pero repitió la táctica defensiva Domínguez en el tramo final del período, despegando su equipo en el luminoso, merced a un parcial de 0-4 (11-14). Dirigía con criterio a los pamploneses Ander Torriko, y fluía deprisa el ataque verdiblanco, buscando buenas situaciones de lanzamiento.

En la reanudación, Anaitasuna alcanzó su máxima renta (13-17). Sólo Pablo Paredes, para el Quabit, veía cómo horadar la portería de un fiable Bols. La escuadra navarra continuaba desplegando su abanico táctico, y ahora buscaba al pivote. De esta forma inauguró su tanteador Antonio Bazán.

La exclusión de Meoki contribuyó a que el Quabit recortara diferencias. Se metieron los alcarreños en el partido, pero Bols logró con sus paradas que su equipo continuara mandando en el luminoso.

Dos goles de Gastón Mouriño, pivote morado, más las intervenciones de su compañero Saeid bajo palos, propiciaron unas nuevas tablas (21-21). Faltaba media parte, y todo estaba por decidir.

Entró el choque en un intercambio de goles, lo que prometía un final emocionante e igualado. Una roja descalificante a Bazán y la exclusión del capitán Chocarro activó a los locales, que habían vuelto a descolgarse merced a sus imprecisiones en el pase.

Ambos equipos deseaban la victoria, y llegaron los nervios y los errores. El duelo, empatado a 26 goles, entró en su último parcial.

Repitió Anaita la defensa en toda la pista, pero esta vez los guadalajareños estaban avisados. Los hombres de Mariano Ortega también apretaron en la zaga, asegurando el empate.

Quedaban 15 segundos y la pelota era para el Quabit. Un tiempo muerto sirvió para preparar la jugada. Arthur Pereira disparó al palo, y ambas escuadras se repartieron los puntos (27-27).