El Sinfín sólo encajó un gol del Barça en los 15 últimos minutos

El Barça no da tregua. Aunque encadene partidos y desplazamientos por ahora sostiene un ritmo de juego implacable, a una velocidad de vértigo que mantiene la hora entera de partido. Pascual exige además que el cansado se vaya al banco directamente. Nadie en el cuadro azulgrana ni puede ni debe autocontrolar el esfuerzo en la pista, que para eso hay un jugador por puesto. Es decir, que gane en La Albericia 20-33 (11-21) al Sinfin entra dentro de la lógica, y que lo consiga por 13 tantos es algo positivo para los cántabros.

El Sinfin hizo un decoroso partido ante el campeón de Liga. No tiene los mimbres que el rival y la prueba es que su estrella del momento, el central madrileño Nacho Valles, acabase con 5 tantos marcándose todo el partido en la pista. Si un central de 1,82 metros, que ataque tras ataque percute con Sorhaindo, Frade, Fabregas o Petrus, juega a ese nivel, es alabable, y ratifica su marcha goleadora: 35 tantos ya, a siete por encuentro,. Y de su juego surge el del Sinfin, plagado de chicos jóvenes, que por ahora bajan el nivel del equipo titular, que en el plantel de Montesinos sí está decidido.

El reloj marcó las diferencias: el primer cuarto estuvo igualado; pero con la lengua fuera, se desfondó el Sinfin y aniquiló toda la resistencia el Barça, menos acertado en la segunda parte ante Sánchez, segundo portero local, con paradas de mérito. Y ahí viene el dato más llamativo de encuentro: en el último cuarto del choque, en 15 minutos, el Barça entró en una nube de eficacia, un tiempo en el que sólo marcó un gol, con un parcial contrario de 5-1. Eso en la Champions no se lo puede permitir.