A noventa días para la salida, el próximo 8 de noviembre a las 13:02 horas, de la novena edición de la Vendée Globe -Vuelta al Mundo en Solitario- , el navegante barcelonés Didac Costa será, de nuevo, el único español participante, y ya tiene su barco, el IMOCA Open 60 'One Planet One Ocean' en el agua; el penúltimo paso para afrontar su participación en la prueba más dura de la vela transoceánica.
Reconoce que ha llegado hasta aquí "por mi tozudez, mi manera de insistir e insistir hace que todo esto pueda salir adelante. Hago esto que porque me gusta y porque quiero hacerlo. Lo que no haré nunca será no intentarlo y arrepentirme más tarde por no haberlo hecho".
Han sido ocho meses de duro trabajo de Costa y su pequeño equipo, que ni el estado de alarma por el COVID-19 interrumpió, para poner a punto al ex-Kingfisher, que ya tiene 20 años -fue botado en febrero de 2000-, y que ha sido optimizado para la que será la sexta vuelta al mundo de la embarcación.
Ahora, a partir del día 15, tras hacer alguna comprobación de los equipos del barco, Costa debe realizar un recorrido obligatorio de 2.000 millas náuticas (3,760 km) para confirmar oficialmente su participación.
Explica que, "el recorrido debo plantearlo a la dirección de la Vendée Globe, pero si salgo de Barcelona lo haré en el Mediterráneo en su mayor parte y quizás algún tramo en el Atlántico. Todo dependerá de la meteorología porque lo que interesa es hacer el recorrido. No se trata de correr mucho sino de probar cosas en el barco y completarlo" .
"Con mi experiencia y con la optimización hecha al barco,que en la pasada edición no pude hacer por falta de presupuesto, intentaré mejorar el décimo cuarto puesto que conseguí entonces", indica el navegante.
En la anterior edición (2016-2017), en su primera participación y casi sin medios, cruzó la línea de meta de la Vendée Globe el 23 de febrero 2017 en la décimo cuarta posición con un tiempo de 108 días, 19 horas, 50 minutos y 45 segundos, tras navegar 27.964 millas náuticas (51.817 km).
A diferencia de la pasada edición, Costa ha comprado el barco porque, "tener un barco propio da más visibilidad ante los patrocinadores. También representa que tienes toda la intención de estar en la Vendée Globe y aunque es un barco antiguo se le han mejorado muchas cosas y no se trata de utilizarlo solo para esta prueba, sino tenerlo para otros proyectos si los patrocinadores quieren seguir haciendo cosas posteriormente".
En esta edición de la Vuelta al Mundo competirán 34 embarcaciones de 11 naciones (6 patrones son femeninos). De ellas, ocho son de última generación (botadas en 2019 y 2020) y 19 ya contarán con 'foils' (alerones laterales), la última gran innovación.
El 'One Planet One Ocean' será el tercer IMOCA más antiguo de la flota y el presupuesto de Costa, algo más de 300.000 euros, es uno de los más pequeños.
La implicación en su proyecto no ha hecho que su vida cambie. A sus 39 años sigue ejerciendo su profesión de bombero en el parque de Cerdanyola del Vallés (Barcelona) . "Sigo trabajando en esto porque si no es así no hay forma de encarar esto. Estoy a punto de cerrar un acuerdo para tener algo más de facilidades para cuando llegue el momento de tomar la salida. En la pasada edición el no tenerlas fue también un contratiempo para mí y espero que ahora esto será más fácil" , señala.
Su anhelo es que "la Federación y las instituciones me puedan dar un poco más de apoyo, a menos en el sentido de que pueda compatibilizar ambas cosas".
Un barco optimizado El IMOCA Open60 'One Planet One Ocean' (ex'Kingfisher') , es una optimización del mismo barco con el que Didac Costa compitió en la pasada edición (2016) de la Vendée Globe y en la Barcelona World Race -Vuelta al Mundo a Dos-, junto a Aleix Gelabert , finalizado cuarto en la edición 2014-2015.
Bajo un diseño de Merfyn Owen y Allen Clarke , fue construido en el astillero neozelandés Martens Yachts y botado el 2 de febrero de 2000 . Su eslora en de 18,28 metros, su manga de 5,30 metros,con un calado de 4,50 metros y un peso de 9.000 kg. En la Vendée Globe 2000-2001, la británica Ellen MacArthur finalizó segunda con él.
En los casi ocho meses en que se ha trabajado en el astillero de la Fundación para la Navegación Oceánica de Barcelona (FNOB) se le desmontó la quilla y el bulbo, se cambiaron los rodamientos del timón, los pistones hidráulicos de la quilla, se modificaron los tanques de lastre y el aislamiento del casco con vinilos de protección especial contra el sol.
También se ha modificado el volumen de la proa, instalado un mástil más moderno de 28 metros de altura, se han eliminado las orzas de deriva y se han mejorado los sistemas electrónicos.
Se han puesto a punto todos los sistemas hidráulicos de la embarcación. Se ha desmontado la quilla y el bulbo y se han cambiado los rodamientos del timón y los pistones de la quilla. También se ha sustituido el eje del timón de acero por uno de titanio.
Todos estos trabajos han permitido rebajar unos 500 kilos el peso del barco y para el navegante "tener el barco en el agua es muy importante. Todos los trabajos interiores están hechos. Ahora hay que ajustar el tema del mástil, las velas y la maniobra antes de realizar una primera prueba de navegación".
Esta muy agradecido a varias empresas por el apoyo técnico que le han prestado, como el 'Grupo Barco' de Álex Casares que, además de su importante aportación en los trabajos de optmización, le ha ayudado a cerrar algunos acuerdos como con varias empresas como Quantum Palma, que le ha proporcionado nuevas velas para la el proyecto.