"He fallado como líder. No hablé por miedo a que me echaran"
Siya Kolisi, capitán de los Springboks, se sumó al movimiento Black Lives Matter con un vídeo donde dice que "no se va a callar, incluso si le cuesta el puesto".
"Yo no me voy a callar, incluso si me cuesta mi puesto. No importa, porque la próxima generación no puede sufrir como nosotros lo hemos hecho", afirmó el campeón del mundo. Kolisi publicó su mensaje este domingo, según contó, después de que mucha gente le preguntara en las pasadas semanas por qué no dijo nada respecto al debate antirracista y las protestas globales surgidas tras la muerte del estadounidense George Floyd a manos de un policía.
En su tiempo de silencio, contó Kolisi, estuvo "observando" y "escuchando" lo que se decía sobre un problema que para él era en realidad su vida cotidiana desde que nació. "Sentía que mi vida no importaba desde que era un niño, creciendo en los townships' (antiguos guetos negros). Mi mentalidad iba de sobrevivir desde que nací", confesó.
En su caso, su infancia y su juventud estuvieron marcadas por las profundas heridas y la extrema desigualdad social heredadas del pasado de opresión racista del régimen del "apartheid". Kolisi recordó en el vídeo que de niño vendía fruta para poder sobrevivir y que en la escuela tuvo que aprender otros idiomas (ingles y afrikáans) y adaptarse a otras culturas sin que la suya le importase a nadie.
Entrar al mundo del rugby cambió su vida, pero asegura que solo cuando el entrenador Rassie Erasmus tomó las riendas de los Springboks sintió realmente una transformación en el equipo nacional y un esfuerzo para que se valorase la cultura de todos los jugadores al mismo nivel.
De ahí que los de verde y oro acudieran a disputar la Copa Webb Ellis del Mundial de Rugby de Japón (2019) bajo el lema "más fuertes juntos" ("stronger together") que les llevaría a la victoria. "Si mi sufrimiento y mi dolor no te afecta, entonces no somos en realidad más fuertes juntos. Las vidas negras importan", subrayó.
Kolisi, de 29 años, se ha convertido en todo un símbolo de superación y tolerancia en su país, dada su condición de persona humilde que peleó hasta convertirse en uno de los mejores del mundo, pese a que el rugby era un deporte tradicionalmente de blancos en Sudáfrica. Durante la pandemia ha estado impulsando causas benéficas para ayudar a los más vulnerables de su país.