La herida de Nassar
El documental 'Athlete A' recoge la historia de Maggie Nichols, la primera gimnasta que denunció los abusos del médico, también demandado por Simone Biles.
El lunes 16 de junio, Simone Biles y más de 140 víctimas de agresión sexual del médico del equipo de gimnasia norteamericano, Larry Nassar, presentaron una demanda formal contra el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) por abusos. La moción, registrada en la corte federal de Indianápolis, exige el testimonio de los responsables del deporte USA para saber si conocían lo que ocurría en la gimnasia y si lo taparon. Netflix estrenó apenas una semana después Athlete A, documental sobre el escándalo y que hace referencia a la primera que alzó la voz contra Nassar, una chica de 22 años que conservó el anonimato hasta que desveló su identidad: Maggie Nichols.
La cinta, dirigida por Bonnie Cohen y Jon Shenk, repasa desde las informaciones reveladas por The Indianapolis Star en 2016, con las que se empezaron a investigar y destapar las atrocidades cometidas por Nassar en USA Gymnastics, hasta las distintas manifestaciones de las afectadas, entre ellas Biles (19 veces campeona del mundo y cuatro olímpica) o Aly Raisman (tres oros en Juegos y dos en Mundiales). En el testimonio de Nichols y en otras declaraciones se carga con dureza contra Steve Penny y Rhonda Faehn, presidente y vicepresidenta de USA Gymnastics durante esa etapa, por ignorar lo que sucedía. Faehn dijo durante el procedimiento judicial que Penny le obligó a mirar hacia otro lado y a guardar silencio, así como a eliminar todo tipo de archivos comprometedores.
Tras dos décadas de abusar sexualmente de al menos 156 menores y mujeres jóvenes, la jueza Rosemarie Aquilina, de Lansing (Míchigan), condenó a Nassar a una pena de 40 a 175 años de cárcel, que se sumó a los otros 60 que ya cumplía en prisión por delitos de pornografía infantil. El pasado mes de febrero, los abogados de USA Gymnastics ofrecieron a las víctimas 215 millones de dólares para cerrar el caso. La proposición, rechazada, estaba supeditada a que no se produjeran más reclamaciones. Las demandantes pretenden llegar “hasta el final”. “No hicimos nada malo, porque el monstruo era otro, Larry Nassar. No nos robarán más nuestra dignidad y nuestro amor por la gimnasia”, resumió Simone Biles.