Barça y Bidasoa apuestan por la Federación contra la Asobal
El equipo azulgrana y el vasco apuestan por salirse de la Asociación y respaldan la fórmula de una competición liguera por grupos
Este sábado, en la asamblea de la asamblea general, se decidirá la fórmula de competición de las ligas de élite del balonmano español con un enfrentamiento radical entre la Asobal y la Federación Española. Dos clubes, los dos beneficiados por las decisiones de la Federación, el Barcelona (el único que ahora pasaría a la Fase Final de la Copa del Rey saltándose todas las eliminatorias), y el Bidasoa (tiene plaza en Europa porque la Federación ha decidido que sea en función de los puestos de la primera vuelta en perjuicio del Logroño), plantean además poder disputar la Liga sin pertenecer a la Asobal: no hace otros clubes también lo plantearon y no se aceptó la propuesta,
Con 18 equipos por los 16 actuales, hay dos propuestas: todos contra todos, la mayoritaria de los clubes, y la de dos grupos, que propugna la Federación Española apoyando el interés del Barça que lleva tiempo queriendo limitar los partidos de su primer equipo para que tenga más descanso para la Champions, y que tras perder la elección a presidente de la Asobal con su candidato (Colmenero, el que apoyaba abiertamente la Federación), prácticamente se ha instalado en la oposición al interés del grupo..
La Federación pretenden que la Liga se juegue en dos fases: en la primera, dos grupos de nueve equipos, es decir, cada jornada descansan dos; en la segunda: los cuatro primeros de cada grupo, arrastrando sus partidos, disputarían una liguilla de ocho encuentros para decir el campeón y los equipos que jugaran en Europa, con lo cual sólo jugarían 24 partidos, seis menos que en el actual formato; por abajo, los cinco peores, arrastrando sus partidos, para disputar 10 encuentros para un toral de 26, con cuatro descensos directos, mientras que el quinto peor clasificado tendría una eliminatoria por la permanencia con el perder de la eliminatoria por el ascenso de Plata,
Para los clubes mayoritariamente lo ideal es todos contra todos, y lo razonan: 34 partidos que de alguna manera palía el no haber podido ofrecer esta temporada entre cinco y seis encuentros a sus abonados a consecuencia de la pandemia, y que con la propuesta de la Federación perderían entre 15 y 17 partidos menos en dos años. Además, la Federación utiliza dos varas de medir: para clasificar al Bidasoa para la EHF, la primera vuelta; para confeccionar los grupos (pares e impares) la que tenían cuando se zanjó la temporada, con lo que el Nava se pierde los encuentros regionales con el Valladolid y el Ademar León, el derbi gallego entre el Cangas y el Cisne queda en posibilidad si los dos entran en el mismo grupo de la segunda fase.
Y queda otra pata: los contratos de los jugadores. Con un mes o mes y medio menos de competición oficial es posible que los clubes tengan que revisar a la baja lo firmado al rebajarse los ingresos directos e indirectos de los clubes. Frente a eso, la Federación esgrime la necesidad de disponer de tiempo para las selecciones masculinas con una gran competición entre la ordinaria y la retrasada de 2020 para celebrar en 2021