Las imágenes de la muerte de George Floyd, ex jugador afroamericano de fútbol americano, a manos de un policía que se arrodilló sobre su cuello durante más de siete minutos han vuelto a poner encima de la mesa el racismo en Estados Unidos. A la espera de las investigaciones sobre el caso, a la sociedad se la han puesto los pelos de punta. También al deporte americano.