Lydia Valentín: "Tengo un año más, lo veo como un regalo"

Lydia Valentín (Camponaraya, 35 años) es una de las principales bazas para los Juegos Olímpicos de Tokio. La halterófila persigue su cuarta medalla en sus cuartos Juegos (plata en Pekín, oro en Londres y Bronce en Río) y pese al revés que ha supuesto el aplazamiento de Tokio, su ambición está intacta.

Actualmente se encuentra entrenando en casa, ¿cómo le afectó el cierre del CAR? ¿Sabe cuándo podrán regresar al CAR?

Me afectó como al resto de mis compañeros. Es una orden del CSD y creo que fue la mejor medida que se pudo tomar en ese momento. Mi rutina es completamente diferente. Solo hago una sesión que me envía Matías Fernández (seleccionador nacional) y también me centro en la preparación física, ya que mi preparador es mi pareja y tengo un gimnasio en casa. En el CAR hago doble sesión y son mas intensas. Ahora mismo, como no sabemos cuándo vamos a competir, es un entrenamiento de mantenimiento.

¿Le está costando adaptarse a esta situación? ¿Sabe cuándo podrán regresar al CAR?

Hay incertidumbre en muchas cosas, es nuevo para todo. No sabemos ni cuándo ni cómo volveremos. Lo mejor es tener paciencia y ser consecuencia. Estamos ante un problema mundial y lo más importante es la salud. Es complicado adaptarse a algo diferente, pero también es como te lo quieras tomar. Me he organizado los entrenamientos y el día para no tener tiempos muertos y estar siempre ocupada. El tiempo que antes dedicaba a entrenar y a mentalizarme para lo que venía no lo tienes. Haces un poco lo que está haciendo todo el mundo: ver películas, hablar más con la familia... pero también dedicas tiempo a otras cosas que te puedan servir para ser mejor deportista.

Antes de que la crisis estallase estaba entrenando para el Europeo de Moscú (previsto para junio), última prueba clasificatoria para Tokio. ¿Cómo se encontraba? ¿Le gustaría que el proceso de clasificación se cerrase igualmente en esa cita?

Los Juegos es lo más importante, pero quería hacer un buen Europeo. Tenía buenas sensaciones tras competir en Camponaraya y en Malta. Estaba haciendo un buen entrenamiento. Respecto al proceso de clasificación debe ser el mismo que antes. No se puede alargar o acortar. No se puede perjudicar o beneficiar a nadie. Ahora mismo no sabemos cuándo será el Europeo (la idea es hacerlo a final de año), pero personalmente creo que lo justo es que se acabe ahí como estaba previsto, se realice el torneo en la fecha que sea.

Los deportistas pedían el aplazamiento de los Juegos. ¿Cree que se podía haber hecho antes?

Una vez pasa todo y desde fuera se ve más fácil. La solución era difícil. Los deportistas queríamos saber algo cuanto antes por la incertidumbre en la que vivíamos, pero es algo que nadie ha vivido antes y si el COI no lo hizo antes es porque no lo tenían claro.

Y personalmente, ¿le afecta mucho el retraso?

Son cosas que se nos escapan, todos estamos igual. Hay que amoldarse. Quien mejor lo haga será el más beneficiado. No vale pensar si todo se alargará mas y acabaremos en 2022, por ejemplo. Si ocurre solo los mejores aguantarán y los que no se quedarán por el camino.

Con el aplazamiento, ¿será su última competición?

Vivo el momento. Tengo un año más, lo veo como un regalo. Es un año más de experiencia y de tiempo para pensar cómo quiero llegar a los Juegos. Cuando termine en Tokio reflexionaré y me preguntaré qué quiero hacer. Ahora mismo no puedo decir sí o no, no lo sé.

La opción del abanderado doble ganó fuerza en los últimos meses. ¿Le gusta?

Me parece una idea muy buena. Ya he dicho que me encantaría serlo. Primero está Craviotto, por cuatro medallas en tres Juegos. Yo tengo tres en tres porque no me dan más (solo se da una, mientras que en el resto de competiciones de halterofilia son tres) y luego está Mireia con cuatro, pero en dos citas. Me encantaría ser abanderada con Saúl.