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TIRO CON ARCO

De vuelta a casa tras su odisea en una concentración en Turquía

La Selección de tiro con arco se marchó para poder entrenar para los Juegos pero, tras el aplazamiento, vivieron una odisea para regresar a sus casas.

De vuelta a casa tras su odisea en una concentración en Turquía
RFETA

La Selección de tiro con arco, formada por ocho deportistas y dos técnicos, ya está en España. "Todos volvieron esta semana a sus casas, aunque no ha sido fácil después de una auténtica aventura", explica, Vicente Martínez, presidente de la Federación Española, después de que los deportistas vivieran desde en Turquía cómo se fue desarrollando la crisis mundial por el coronavirus.

Todo comenzó con un viaje relámpago, cuando la federación decidió adelantar el traslado previsto a suelo turco (llegaron el 13 de marzo) para llevar a cabo un campus de entrenamiento y participar en una competición internacional. "Lo único que hicimos fue intentar anticiparnos para que pudieran entrenar de manera normal de cara a los Juegos", cuenta el presidente, que ya era consciente de que las medidas restrictivas que se aplicaban en España iba a dejar a sus arqueros sin ejercitarse, más en una disciplina con tantas trabas para desarrollarla en modo indoor.

"La concentración fue bien", cuenta Miguel Alvariño, integrante del equipo y que, tras ganar el selectivo, debe afrontar en Tokio sus segundos Juegos. "Estuvimos entrenando con la selección rusa y un combinado turco. Nos trataron bien allí, aunque a medida que salían noticias de la situación en España veías que había gente nos miraba raro al ver nuestra equipación. Al final, sí temí que tuviéramos problemas para regresar", explica.

La vuelta estaba prevista para el 6 de abril. "Entonces fue cuando nos dimos cuenta de que los Juegos estaban abocados al aplazamiento, y empezamos a programar el regreso. No fue fácil. Teníamos varias vías que se fueron cerrando hasta que sólo quedó la posibilidad de volver por Moscú. Les hicimos volar hacia allí y logramos que los trajeran para España", relata Martínez, que asegura que estuvo en permanente contacto con la expedición. "Una vez que no se iban a celebrar los Juegos y que las competiciones estaban canceladas, ya no tenía sentido que se prepararan a fondo y que no estuvieran en sus casas".

Ahora, con la incógnita olímpica y del resto de competiciones, los deportistas deberán ejercitarse en casa. Tendrán videoconferencias con entrenadores, psicólogos... y la federación les ha mandado material, con unas dianas que puedan poner "aunque sea al final del pasillo". El gallego Alvariño lo hará en una especie de terreno que tiene en casa. Toca amoldarse a la situación: "Por un lado, estoy decepcionado por el aplazamiento de los Juegos, porque me encontraba en un buen momento. Pero aquí lo que prima es la salud pública. Me tomaré este año como un tiempo extra".