Molina, desde Italia: "En España no lo acaban de entender"

¿Cómo ha vivido el deporte las medidas en Italia para prevenir el coronavirus?

Todo empezó hace más o menos un mes. Cada cuatro o cinco días se produjeron nuevas restricciones. Primero, que no podíamos ir a centros comerciales. Luego, que prohibían los partidos. Después, que se jugarían a puerta cerrada, como el que disputamos nosotros en Catania el 8 de marzo. Luego, detuvieron todo.

¿Qué ve en la calle?

Aquí no hay nadie en la calle. Es el comienzo de la serie The Walking Dead, parece una película, pero es real. Solo pasa el autobús cada 15 minutos. Cada vez se ven más coches de policía para controlar que nadie salga. No podemos abandonar la casa, solo por trabajo o por salud. Tenemos que rellenar un papel para decir adónde vamos: nos lo pide el Estado. Si no lo haces y te pillan, pueden multarte e incluso condenarte a penas de cárcel.

Viven confinados...

En los periódicos solamente se habla del coronavirus. Una de las recomendaciones es que la gente solo haga caso a los organismos oficiales. Hay muchos bulos en las redes sociales, como lo de los supermercados, que aquí sembró el caos.

¿Y cómo fueron esos mensajes del Gobierno?

Los mensajes del gobierno fueron variando. Primero dijeron que lo estaban manteniendo, pero luego que se estaba yendo de las manos. Por ejemplo, el Comité Olímpico quiere que los deportistas olímpicos sigan entrenando, incluso la federación de natación lo ha extendido hasta los juveniles. Pero no está claro.

¿Por qué?

Hay deportistas están haciendo una campaña para no entrenar. Los atletas somos los que menos opciones tenemos de que nos pase algo grave, pero es un tema de salud y tenemos también un entorno. Son solo 15 días, luego ya entrenaremos. Los que están clasificados para los Juegos o con opciones están entrenando.

¿Usted ha estado en contacto con alguien que haya estado contagiado?

Mi cuñado trabaja construyendo barcos y estuvo en contacto con una persona que dio positivo. Está en cuarentena pero sin síntomas.

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¿Qué le dice a su familia que reside en España?

Mi familia está en Ceuta y allí de momento no hay casos. No se puede contener este virus. En Italia, si das positivo y no estás grave te envían para casa y todo el contacto se hace por teléfono. El problema se centra en los cuidados que necesitan los pacientes graves, a los que les urge la respiración asistida. Y no hay tantos aparatos. El gobierno ha mandado al ejército para que ayude a construir máquinas de este tipo, que las hacen en Bologna. Dicen que en un mes ya pueden tenerlo todo controlado.

¿Qué diferencias ve entre las medidas en Italia y en España?

Todo es más estricto aquí que en España. Incluso hay más restricciones en los trabajos. Veo que en España no lo acaban de entender. El Gobierno debe ser más estricto. Solo hay que salir para hacer la compra y para ir a las farmacias. No se puede salir cada dos por tres a pasear el perro. Hay que ser responsables y quedarse en casa.

En la zona de Génova, por dónde usted reside, ¿cuál es el panorama?

Siguen aumentando los casos. Estaba previsto que sucediera esto porque gente de la Lombardia vino a la segunda residencia que tienen cerca de Génova y contagiaron a los de aquí. Va a venir un boom. Prevén que esta semana crezca mucho, luego que ya baje. De momento los negativos aumentan pero sigue habiendo muertos. Estamos aún en la punta, esperamos bajar los fallecidos en una semana.

¿Ha vivido usted alguna situación dificultosa por estas medidas?

Al parar la competición tuve mi primera semana de vacaciones. Y me fui con la familia a Suecia. Pero me pilló allí toda la crisis. No había vuelos a Italia, solo uno el día 18 de marzo que estaba completo, y el siguiente era el 29. Nos íbamos a quedar tirados pero logramos volar a Amsterdam y de allí a Milán. Llegamos el pasado jueves. Solo fuimos 35 personas en todo el vuelo y en la ciudad de Milán no había ni un alma.

¿Y cómo estaba viviendo usted este año deportivo en el Savona?

Para mi es un año de cambio. Pasé del Pro Recco al Savona, un histórico italiano que quería crear un proyecto de jóvenes con veteranos. Me siento bien. El objetivo era no sufrir y vamos quintos. Estoy muy contento.