El debutante Benidorm sorprende al Bidasoa en Madrid
Los irundarras, que partían como grandes favoritos en el duelo, quedaron apeados en el partido inaugural del torneo ante el Benidorm, debutante en esta fase final.
El Bidasoa fue el último equipo en llegar en Madrid, ya que un retraso en su viaje impidió que ayer estuvieran en la presentación del torneo, y fue el primero en marcharse de esta fase final de esta Copa del Rey. Los irundarras cayeron recientemente en Europa y llegaban a la capital con el objetivo de encontrar sensaciones y lograr, al menos, un puesto de finalista, con un cuadro en el que evitaba a Barcelona, Logroño y Ademar hasta un hipotético partido por el título. Al que no evitaban era al Benidorm, debutante en una fase final y con una marcha más desde el principio.
Bien sea por la ilusión del que se estrena, o por una mejor condición física de un Bidasoa que empieza a mostrar síntomas de agotamiento tras una agitada temporada, los de Fernando Latorre, dirigidos por un excelso Pablo Simonet, mostraban un juego alegre que no podían reflejar en el marcador. Odriozola, la gran estrella de los irundarras, lo evitaba. A partir del 8-9 el Benidorm empezó a creérselo, y su portería empezaba a ser un muro: Roberto Rodríguez, con 19 años, arrancaba con su show de paradas. “Así es imposible”, dijo Ledo, portero rival. Al descanso, 13-14 y todo por decidir.
En la reanudación, y contrario a lo que se podría esperar, fue el Benidorm el que volvió a salir con más intensidad. Folqués, extremo izquierdo de nada menos que 196 centímetros de altura, hacía mucho daño a la zaga irundarra, bien sea desde su posición o a la contra. Cuétara vaciaba portería con 14-20 en el ecuador de la segunda mitad, pero no era el día del Bidasoa. Llegó a estar a un tanto, 23-24, con un Salinas acertado en el pivote, puesto que ocupará la próxima campaña Julen Aginagalde. El empate nunca llegó, en gran parte por la templanza de Simonet.
Terçariol entró por Rodríguez en los minutos finales y remató la fiesta en la portería valenciana. El propio Rodríguez fue elegido MVP del encuentro. Se despide el Bidasoa, por segundo año consecutivo en cuartos y ante un debutante (Cuenca), con su centena de aficionados de la Caja Mágica (junto a numerosos niños de colegios de la capital), en una temporada que arrancó de ensueño y que debe retomar el vuelo para no acabar fuera de Europa. “Cabeza alta chicos”, les decían desde la grada. El Benidorm puede seguir soñando a lo grande: se medirá en semifinales con el ganador del Anaitasuna-Cuenca. Uno de los tres estará en Europa en 2020 a través de la Copa del Rey.