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GALGOS

Liosa de Clemente eleva a la gloria su linaje de campeones

La ganadora del 82ª Campeonato de España es una galga de Matapozuelos, hija y nieta de los legendarios Faruk de la Tata (muerte prematura) y Chapapote (robo famoso).

Liosa de Clemente, campeona de España de carreras de galgos.
Jaci Navas

El fin de semana ha sido fiesta local sobrevenida para los mil habitantes de Matapozuelos, un pueblo de la zona de Olmedo en la provincia de Valladolid, y todo gracias a la galga Liosa de Clemente que el sábado se proclamaba campeona de España en la final disputada en Madrigal de las Altas Torres con la presencia de catorce mi aficionados galgueros de todo el país. Liosa derrotó en la final al galgo andaluz Escorpión de Julio Herrera, y eleva la racha a cuatro los triunfos consecutivos de galgos de la Comunidad de Castilla y León en los nacionales. Los otros dos semifinalistas, además, Dulce de El Rocío y Kika de Espabilada, son de Zamora para demostrar la fortaleza actual de una Comunidad beneficiada por la ausencia de la mixotamosis que afecta a las liebres de otras regiones desde 2018.

La victoria de Liosa supone el mayor éxito deportivo en la historia de Matapozuelos, una localidad que lleva más de cincuenta años vinculada a la competición galguera aunque hasta ahora no había logrado un éxito tan espectacular. Tomás Clemente es el propietario de esta perra azabache que cumplirá tres años en noviembre, y que ganó la final en dos carreras al blanquísimo Escorpión de Julio Herrera, sólo dos meses más joven. Liosa de Clemente no es una galga más, sino que su linaje la predestinaba a convertirse en campeona. Es hija y nieta de dos leyendas del mundo del galgo convertidos en mitos por su calidad y por la peripecia de sus vidas, Faruk de la Tata y Chapapote.

Imagen de Liosa de Clemente durante una carrera del campeonato de España de Galgos.
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Imagen de Liosa de Clemente durante una carrera del campeonato de España de Galgos.Jaci Navas

Faruk de la Tata, aunque leonés de nacimiento y de club hizo grande a Cuenca de Campos, un pueblo de Tierra de Campos en Valladolid, entre Medina de Riososeo y Villalón, de sólo 200 habitantes, donde residía y se entrenaba, que en 2017 ganó el título nacional, el último macho en conquistarlo, ante la andaluza Gitana de Julio Herrera, precisamente. Faruk, retirado de la competición y reservado como semental, murió ese mismo año, en noviembre, de un golpe en la cabeza persiguiendo a una liebre. Su propietario, Goyo Mediavilla, había rechazado antes una oferta de cien mil euros por la compra del animal, que antes de su muerte ya había hecho más de setenta montas (el valor oscila entre los 600 y mil euros).

El padre de Faruk fue Chapapote, un galgo que no llegó a campeón de España pero que su linaje era de tanta calidad que fue robado en 2008 y recuperado en 2013 por la Guardia Civil en una operación conjunta en Sevilla, Madrid, Badajoz y Toledo, con más de veinte imputados en la operación en la que hubo ocho detenidos aunque sin desenlace porque tras una procelosa decisión competencial el juzgado de Osuna que se quedó la causa la archivó en 2016. Chapapote, que durante el tiempo que estuvo sustraído se llamó Litri del Pastor, habría generado como semental unos 300.000 euros, y se le pudo localizar gracias al estudio del ADN de dos galgas finalistas que se demostraron hijas de él. En lo que va de siglo sólo tres machos han conquistado el título nacional: Clamores, en 2001, y Faruk, en 2017, en el campo, y Camarón, en 2014, en los tribunales, por la descalificación por dopaje de la campeona al usar su preparador una pomada para las almohadillas de sus patas.