La escocesa Jemma Reekie, de 21 años corrió en Glasgow un espectacular 800 bajo techo . Paró el reloj en 1:57.91 y ganó a su compañera de entrenamientos, la superestrella Laura Muir (1:58.44). El tiempo de Reekie es la mejor marca hecha por una mujer en pista cubierta desde 2006, mejora en cuatro segundos su marca personal y es undécima de todos los tiempos... Pero más allá de su gesta, el debate se fue rápidamente a uno de los temas de moda: las zapatillas.
Tanto Reekie como Muir llevaban en sus pies un modelo de zapatillas de clavos Nike que aún no ha sido comercializado. Sí que cumpliría con los requisitos mínimos de grueso de suela (30 milímetros) y placas de fibra de carbono (una, más la que sostiene los clavos), pero al no estar en el mercado serían considerados un prototipo.
Así que, de momento, son un modelo ‘alegal’ (dícese de lo que funciona sin haber sido reglamentado ni prohibido) y si no están a la venta el día 30 de abril sí serían consideradas ilegales, porque la nueva normativa de World Athletics establece que a partir de ese día, unas zapatillas deberán estar al menos cuatro meses comercializadas para ser usadas en competición.
Dicho modelo ya lo utilizaron algunos atletas durante los Mundiales de Doha (lo llevaba la propia Laura Muir, por ejemplo), aunque no es el prototipo con más de dos placas de fibra de carbono
Andy Young, entrenador de las dos atletas escocesas, aseguró que dichas zapatillas pronto saldrán al mercado, aunque los escépticos y críticos con este tipo de calzado ya se han expresado en las redes sociales.