Ona: "Gané muchas medallas, pero me quedo con los valores"
La barcelonesa gana el Premio AS del Deporte tras convertirse en la mujer con más metales mundiales (23). Brilló en la gala y en la cocina. "Muchas gracias al diario AS por seguirme en mi camino".
Una hora antes de recibir el Premio AS del Deporte, Ona Carbonell pasó por un momento de apuro: un pequeño percance con su vestido verde que pondría nervioso a cualquiera. Pero la barcelonesa está acostumbrada a afrontar los problemas con naturalidad, da igual que sea para ganar una medalla mundial o el programa Masterchef, para diseñar un bañador o dirigir un Campus para niñas que sueñan con ser como ella. Ona cogió a sus peluqueros, Álvaro y Roberto, y les pidió ayuda para arreglar el contratiempo. Minutos después, brillaba con luz propia por el photocall y recogiendo un premio que pone la guinda a su extenso palmarés.
Una vivencia que demuestra el espíritu de uno de los iconos del deporte español después de 15 años de carrera y de convertirse en la nadadora con más medallas mundiales de la historia acuática (23). Una cronología por la sincronizada que define una vida dentro del agua. "Quiero agradecer al diario AS este reconocimiento, por dar visibilidad a nuestras historias y por acompañarnos en este camino, tanto de derrotas como de victorias. Hemos aprendido más en los malos momentos", comentó.
Ona Carbonell decidió el pasado septiembre hacer un paréntesis a su carrera para dedicarse a la familia y con el deseo de ser madre en un futuro no muy lejano. Su marcha deja huérfana a una sincronizada que hasta el momento había construido el relevo generacional, desde Gemma Mengual a Ona Carbonell pasando por Andrea Fuentes. Ona ha conseguido trascender la sincro española y convertirse en un icono: la foto que este diario le realizó con sus 23 medallas mundiales la ha promocionado por las federaciones internacionales. "Hay futuro, hay que dar tiempo al equipo. Es el mejor grupo humano en el que he trabajado", dijo.
"Quiero destacar que no solo me quedo con las medallas, sino con los valores que he aprendido y que he trasladado a mi vida: respeto por el rival, humildad, sacrificio y constancia", comentó la barcelonesa, que aguantó con su vestido verde hasta el final de la gala, aguantando la sonrisa. Los asistentes pudieron saborear el postre que ella misma había elaborado por la mañana. Ona brilla fuera de las piscinas como hizo dentro.