Kukic sentencia al Alchiles Bocholt belga en Logroño
El equipo riojano logró once goles de renta que prácticamente dejan resuelta esta eliminatoria de la tercera ronda de la Copa EHF
El Logroño La Rioja se ha impuesto por un claro 37-26 al Alchiles Bocholt de Bélgica, con lo que la semana próxima, en el partido de vuelta de la eliminatoria, no debería tener problemas para ratificar su pase a la fase de grupos de la Copa EHF.
Los riojanos impusieron la lógica y la diferencia de potencial entre el balonmano español y el belga, aunque lo hicieron tras un primer cuarto de hora de regalo para los voluntariosos visitantes.
En esa fase inicial el equipo riojano defendió a muy bajo nivel y su rival lo aprovechó para mandar en el marcador, gracias a que estaba muy fresco físicamente y eso le permitía aprovechar sus ataques rápidos para mandar hasta por cuatro goles (2-6 a los seis minutos).
Pero el Logroño empezó a coger ritmo a medida que se acercaba el cuarto de hora de juego y su defensa a ser más intensa, unida a un Jorge Pérez en estado de gracia, con media docena de paradas de mucho mérito, a las que sumó otras tantas en el segundo tiempo.
Así el partido entró en un guió lógico cuando Kukic, en su mejor partido del año (porque nadie le defendía) anotó el empate a 8 a los 13 minutos; y más cuando Garcíandía logró el 12-11 a los 18.
Fue la primera ventaja del equipo español y el fin para el Bocholt, que no tenía "kilos" en defensa para parar a Moreira y Kusan y que ya no encontraba huecos en la defensa local.
El Logroño se fue al descanso con cinco goles de ventaja (20-15) y de nuevo retornó frío al campo con lo que tardó en ampliar esa diferencias e, incluso, volvió a regalar unos minutos de ilusión al conjunto belga, que se acercó a tres goles.
Pero en cuanto el Logroño se encendió y empezó a jugar a su nivel, el marcador se "ensanchó" más a su favor.
El húngaro Ligetvari aprovechó para dar muestras de la calidad en el lanzamiento que se le supone -y que ha mostrado poco hasta ahora-, Kusan volvió a mandar sobre la defensa rival y Jorge Pérez mantuvo un nivel alto en la portería.
Así el equipo riojano pudo llegar cómodo al final, reservar en el banquillo a algunos jugadores y pensar en viajar a Bélgica sin presión, por los once goles de ventaja y por la diferencia que hay entre su potencial y el del Bocholt.