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RUGBY

Los pioneros de 1999

La Selección española de rugby disputó su único Mundial hasta la fecha hace 20 años. Malo, Inchausti, Puertas y Zarzosa, cuatro de sus integrantes, lo recuerdan para AS.

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Los pioneros de 1999
Tony Marshall - EMPICS

Entre la debacle de los All Blacks ante Inglaterra y la batalla entre sudafricanos y galeses en las semifinales del Mundial, el viejo aficionado al rugby español recordará que, hace 20 años, España también fue mundialista. En la edición de 1999, a caballo entre las Islas Británicas y Francia y tras derrotar a Portugal en una agónica repesca, los Leones jugaron los hasta ahora tres partidos más importantes de su historia.

"Una vez ganamos a Portugal y nos metemos empiezan nueve meses de mucho entrenamiento, mucho físico. Éramos unos 40 y tenían que quedar los 30 que íbamos. Trabajamos casi como profesionales. Con dobles sesiones todos los días y muchas concentraciones en Tarazona", recuerda a AS Diego Zarzosa, una luminaria de aquel bloque, que tuvo un breve paso por la Premiership inglesa con Harlequins y jugó un encuentro con los míticos Barbarians.

Miembros del equipo celebran la clasificación conseguida ante Portugal en Murrayfield (Escocia).
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Miembros del equipo celebran la clasificación conseguida ante Portugal en Murrayfield (Escocia).

El debut se produjo el 2 de octubre de 1999 en la localidad escocesa de Galashiels, contra Uruguay. “Los meses previos fueron momentos importantes. Estábamos preparando algo histórico”, cuenta José Ignacio Tiki Inchausti, uno de los alas de aquel equipo, seleccionador del seven masculino en los Juegos de Río y actualmente entrenador del Alcobendas. “Éramos una gran familia, un gran grupo”, añade.

“El de Uruguay era el choque a ganar. Jugaron con sus armas, guardando el balón, y no pudimos. Se nos quedó la ilusión allí”, rememora Fran Puertas, el zaguero que llegó a la cita con 36 años, cuando ya parecía que no entraba en los planes de la Selección. Los Teros se impusieron por 15-27 y después vendrían Su­dáfrica, que llegaba en calidad de campeona mundial, y Escocia. Ambos duelos en el templo del rugby escocés, Murrayfield, donde se consiguió el billete mundialista.

“Para mí fue la culminación de una carrera y fue el gran momento de toda una generación"

Alberto Malo, capitán del equipo

“Los dos compromisos de Murrayfield ocupan un lugar principal en mi carrera. Además, siendo capitán. No sé qué más se puede pedir. He sido un afortunado. He jugado contra Argentina, Francia, Gales, los Maori All Blacks, estuvimos a punto de ganar a Italia… En nuestra época tuvimos esa oportunidad de dar la cara ante grandes equipos”, confiesa Alberto Malo, capitán del XV, quien, tras aquel torneo, cerró una de las trayectorias más destacadas del rugby nacional.

Él se lesionó contra Sudáfrica y ya no pudo estar ante Escocia. Aún así, fue su último gran baile. “Para mí fue la culminación de una carrera y fue el gran momento de toda una generación. Podíamos haber estado ya en el 91 y el 95, pero en 1999 se abrió el torneo a 20 equipos y entramos". Inchausti también recuerda esos dos choques como los momentos culminantes de su vida deportiva: “Los partidos ante Sudáfrica y Escocia son los mejores de mi vida sin duda. Son los hitos de mi carrera junto al hecho de haber jugado en un Mundial de seven contra Jonah Lomu”.

España perdió por 3-47 ante los Springboks y por 0-48 frente a Escocia, pero se ganó el cariño del público con su arrojo y su propuesta, intentando jugar las pocas pelotas limpias que le entregaron dos rivales de mucha envergadura. “Los sudafricanos decían que iban a batir el récord de puntos anotados contra nosotros y todos los días nos desayunábamos con sus amenazas en la prensa. Era un poco desagradable. Pero no consiguieron pasarnos por encima. Creo que fue el partido con más placajes de los Mundiales durante varios años. Muy bonito”, rememora Zarzosa.

Parón

Ninguno cree que se aprovechara su gesta para el impulso definitivo del rugby en el país. “Hubo un parón. No se aprovechó mucho la inercia. No sé muy bien por qué motivo, serían muchos”, afirma Malo. “Se diluyó. El rugby ha evolucionado en fuerza y presencia algo más, pero yo veo a los uruguayos, por ejemplo, y están ahí. Y Georgia, Rumanía o Italia se nos han ido de las manos”, se queja Puertas. “Pensábamos que iba a ser el punto de inflexión, que iban a entrar dinero y contratos, pero no hubo planes consistentes”, remata Zarzosa. Inchausti pone el optimismo y cree que habrá más ocasiones de volver a una Copa del Mundo tras la que acabó en tragedia el año pasado en Bruselas: “Más allá del palo que supuso aquello, España tiene unas capacidades excepcionales. Tiene que caer otro Mundial próximamente”.