Larkin quita el cartel de 'temido' a Koreshkov en Bellator 229
Lorenz Larkin derrotó por decisión dividida a Andrey Koreshkov en el combate estelar de Bellator 229. Fue una lucha vibrante y Larkin estuvo casi KO.
El speaker de Bellator se hizo de rogar, el público le entraba al jueco y se gustó. Dio el resultado del combate estelar, entre Lorenz Larkin y Andrey Koreshkov, alargándolo al máximo. Victoria por decisión dividida (29-28, 28-29 y 29-28) para Larkin, quien levantó los brazos y lo celebró con el respetable de Temecula (California). Los fans que acudieron a ver en directo en Bellator 229 iban con él. Nació en una ciudad cercana y eso se notó en el bullicio. La lucha había sido una tremenda batalla y se decantó del lado del favorito. La fiesta era plena y Larkin logró dos cosas: quitó la vitola de "temido" a Koreshkov mientras se pone a tiro del título.
Larkin avisó en la previa: "Todo el mundo tiene miedo a pelear con él. Con sus dos últimos rivales de calidad ha perdido", espetó. Quizá el californiano esperaba un triunfo más cómodo, pero tuvo que sufrir y mucho. En el primer asalto, tras el típico estudio, Koreshkov se inventó una gran patada en el pecho. El estadounidense se fue al suelo y el ruso, detrás. Le golpeó con todo, estaba tocado, pero pudo defenderse y aguantar la presión que después Koreshkov le metió. En el segundo round cambió la dinámica. En la esquina recibió órdenes. Fue más agresivo y estuvo más cómodo.
Así, con otro rodillazo envió al suelo al Koreshkov. Larkin se fue con todo, le abrió incluso la ceja con un codazo... pero el KO no llegaba. Ambos había sufrido y todo se decidía en el round final. En él, hubo menos acción, pero Larkin llegó mejor. Koreshkov, más cansado, metió presión contra la jaula de nuevo a su rival, pero le faltaron acciones continuadas y lo pagó. Triunfo para Lorenz Larkin que se posiciona para el título. Rory MacDonald y Douglas Lima se enfrentan en la final del Grand Prix del welter en Bellator 232 (26 de octubre). El ganador tendrá que ocuparse de Larkin, y el californiano lo tiene claro: "Me gustaría Lima, tengo una derrota con él y quiero arreglarlo". Debe esperar.