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BALONMANO

El Ciudad de Logroño le endosa la primera derrota al Nava

Debutante en la Asobal, el equipo segoviano ha logrado permanecer cuatro jornadas sin conocer la derrota en la máxima categorìa

El Ciudad de Logroño le endosa
la primera derrota al Nava

Balonmano Logroño La Rioja despertó de su sueño de imbatibilidad al Viveros Herol Balonmano Nava tras superarle por el marcador de 27-31 en el encuentro que se disputó en el pabellón municipal de Nava de la Asunción. Fue el equipo riojano quien llevó la iniciativa en el marcador prácticamente desde el inicio de un choque que tuvo un ritmo extraordinariamente alto en sus primeros treinta minutos. Salvando un momento en el que los de Miguel Angel Velasco amenazaron con marcharse en el electrónico con un inquietante 2-5, el resto de la primera parte transcurrió en un plano de igualdad más que vistoso para el espectador, con los ataques imponiéndose a las defensas.

El Viveros Herol Nava, abriendo su ataque a los extremos, encontró la inspiración de Bruno Vírseda y Nicolo D'Antino para sujetarse en el marcador, aunque en el 6-0 defensivo le resultaba complicado sujetar a los pivotes visitantes, que exigían una ayuda extra a los centrales, lo que daba a hombres como Ligetvari o Ceretta el espacio suficiente para armar el brazo desde los nueve metros.

Un pequeño estirón de los visitantes tras un último tanto de Scott lanzándose sobre la defensa local en la última acción del primer tiempo estiró el electrónico hasta los dos goles de renta con los que se llegó al descanso (15-17).

Tuvo el Balonmano Nava la oportunidad de mantenerse en el partido, pero los locales sumaron errores en el inicio de la segunda parte, sobre todo al contragolpe, que los visitantes no perdonaron. El 17-21 con el que se llegó al minuto 38 obligó a Dani Gordo a parar el partido, pero sus jugadores no mejoraron tras el tiempo muerto.

El Balonmano Logroño castigó cada error local hasta elevar la diferencia a los siete goles con un parcial de 0-3 que rompió definitivamente el partido, y después tiró de veteranía para vivir unos cómodos últimos minutos de encuentro.