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ATLETISMO | MUNDIALES | TRIPLE SALTO

El salto al cielo de Yulimar

La venezolana amenaza el récord de triple salto (15,50) este sábado (19:35) en Doha. Lo hace en una final en la que está la española Ana Peleteiro.

Doha
Yulimar Rojas.
Reuters

La música es una "parte fundamental" en la vida de Yulimar Rojas. Por eso, en el estadio Khalifa, en la calificación de triple, bailaba con la electrónica que pinchaba el DJ local. Fue un trámite para hoy, la decisiva final. Esta venezolana de 23 años atrae las miradas por su estilo alegre, pero, sobre todo, por su potencial inmenso para el triple. El salto de 15,41 que hizo hace un mes, en Andújar, lo dice todo: segunda marca de la historia y a nueve centímetros del récord mundial. Este sábado (19:35), en una competición con la gallega Ana Peleteiro, el tope está en serio riesgo.

"Si Yulimar logra el récord en el primer intento puede deses­tabilizar a las rivales, pero a mí no me va a sorprender. Veo cómo se entrena todos los días, y sé de lo que es capaz", cuenta la española, también de 23 años, que fue octava en Londres y este 2019 oro europeo bajo techo con plusmarca nacional (14,73). Peleteiro y Rojas comparten edad y grupo de entrenamiento en Guadalajara bajo el mando del exigente, pero justo, Iván Pedroso. Le elogia Yulimar, defensora del título de Londres 2017: "Es como un padre para mí, una de las personas más importantes de mi vida. Trabajamos muy duro y gané en confianza y forma física".

"Rojas tiene un talento increíble para el triple, sus condiciones físicas son perfectas (1,93 de altura): posee una alta velocidad, buena técnica y una estructura corporal ideal", analiza la ucraniana Inessa Kravets, poseedora del tope mundial (15,50), de 1995, hace 24 años. La plusmarquista sigue: "Espero que bata mi récord muy pronto". Yulimar responde: "Es un honor que digan eso, aunque yo aquí estoy centrada en revalidar el oro, si es con una marca importante, que sea histórica, será mejor todavía. Pero mi foco es el título". Filosofía Pedroso, al que se ha empeñado en superar sus nueve oros Mundiales. Cuenta con tres (dos bajo techo y uno al aire libre)... y en Doha todo apunta al cuarto.

"Será una final chévere", dice Rojas, que tendrá como grandes enemigas a la jamaicana Ri­cketts, que le sorprendió en la Diamond League, y a la colombiana Ibargüen. Para la venezolana, "se trata del Madrid­Barcelona del triple. Caterine es todo coraje y seguro que dará lo mejor de sí misma". Ibargüen llega a Doha con problemas en un pie, pero hizo buena calificación. "Debo llevar mi cuerpo y mi mente a lo más alto, de acuerdo al estado físico que atraviesa", confía Ibargüen, 35 años y vigente oro olímpico.

En cuanto a Peleteiro, su verano fue más complicado que su excelente invierno. Tuvo una pérdida importante en su familia y el isquio le dio problemas. "Yo no leo mucho, pero vi en un libro la palabra resiliencia. No sabía lo que significaba, pero es lo que me pasa", relata la de Ribeira, en pista cubierta bronce mundial y oro continental, al aire libre bronce europeo. Se crece en citas grandes.

"Volví a enganchar a Ana para que esté bien", dice esperanzado Pedroso, que tratará que Yuli y la española plasmen lo que trabajan en Guadalajara, en duras sesiones de fuerza, multisaltos y velocidad. En las que Rojas hace tres brincos larguísimos. En las que Peleteiro explota su talento innato... Esta vez no sonará la salsa del superaltavoz de Yulimar, estará la electrónica del Khalifa.