Mardomingo, la española en la final que se repitió en 1993: "Tuve que esnifar amoniaco"

En la historia del atletismo hubo dos precendentes en los que se repitieron finales de vallas por sucesos parecidos a los del miércoles, cuando fue perjudicado Orlando Ortega. En 1978, en los Europeos de Praga; y en 1993, en los Mundiales en pista cubierta de Toronto. Allí, una jamaicana, Freeman, obstaculizó a la suiza Baumann tras un tropiezo. La rusa Graudyn ganó la primera carrera y en la reposición Baumann fue oro.

En esa prueba hubo una española, María José Mardomingo, explusmarquista nacional. Ahora trabaja en el COE y ayer atendió a AS. “Lo de Orlando es injusto y triste. Tenía la plata. Como aquella vez la estrella era Baumann, se repitió. Me gustaría ver qué hubiera pasado si en vez a Ortega le hubiera ocurrido a Holloway. Todo el año trabajando para que le pase eso”, lamenta la madrileña de 50 años.

“No sé si será algo de los jamaicanos, invadió totalmente la calle. A Husillos, por menos, le dejaron sin medalla”. Mardomingo, última en la primera final (“Freeman me molestó un poco”, recuerda), acabó sexta en la repetición “esa misma tarde”: “Tuve que esnifar amoniaco porque no podía con el alma. Pensaba que sólo llegaría a una final si me dopaba (risas), pero lo conseguí limpiamente y me benefició la repeteción”.